María Cristina, la madre de Gabriela Viagrán de Pomar, sostuvo que sigue confiando en que su hija, su yerno y sus nietas aparecerán de un momento a otro porque no puede ni pensar en que haya ocurrido una tragedia.
Cuando le preguntaron directamente si ella creía que estaban con vida, la mujer respondió: “Si mi corazón pensara de otro modo, no estaría latiendo. Tengo la fortaleza en la imagen de mi hija, que la voy a ver en cualquier momento”.
La mujer afirmó por C5N que son una “familia muy unida y solidaria”, señaló que en el matrimonio hay “una comunicación maravillosa” y reseñó que su hija es “la dulzura personificada”.
Sólo refirió que cuando su hija se casó con Fernando Pomar, él se convirtió en “una especie de autoridad” para el hijo mayor de la mujer, de un primer matrimonio, algo que, confió, a ella le molestaba un poco porque le obligaba a su nieto -por ejemplo- comer comidas que no quería.
Pero ella misma se dio cuenta de la levedad de su comentario y subrayó que no puede explicar qué ocurrió. Precisó que la Fiscalía y la Delegación de Investigaciones de Pergamino descartaron la hipótesis de secuestro.
Aclaró además que “en ningún momento” sospechó de una venganza que tampoco “hubo ninguna amenaza”. Cuando le preguntaron sobre una posible deuda de su yerno, la mujer afirmó: “Que yo sepa, tampoco; se metía (en gastos) hasta donde podía. Estaban restringidos todos los gastos, tenían la ayuda de la familia de él, cuando podían todos los ayudaban... Son familias bien constituidas, como madre tengo que estar feliz, todo bien”. Pero cuando una vez más le preguntaron qué pudo haber pasado entonces, María Cristina afirmó: “No tengo contestación, quiero pensar en positivo, pienso que en cualquier momento puedo tener buenas noticias. No encontramos explicación de lo que ha pasado”.