(EFE).- Lucía Topolansky, senadora y esposa del presidente uruguayo, José Mujica, consideró que la hipótesis de guerra con Argentina que manejó el expresidente Tabaré Vázquez por el conflicto de la papelera Botnia “es absurda” y pidió que quede como “anécdota escolar”.
En declaraciones a la televisión uruguaya, Topolansky señaló que las declaraciones del exmandatario, del mismo partido que ella, le causaron sorpresa y mostró su esperanza en que no tengan “repercusiones diplomáticas”.
“Espero que no se complique (la relación con Argentina), que las señales que nuestro gobierno le ha dado al gobierno argentino sean lo suficientemente firmes”, añadió la senadora.
Para Topolansky, la senadora más votada del país, “la forma de solucionar el conflicto con Argentina es lo que hizo el presidente Mujica, abrir los puentes”, lo que a su juicio generó avances como que “se esté dragando el canal de Martín García” y que los cancilleres negocien y logren “acuerdos en distintos puntos”.
Por su parte, el vicepresidente Danilo Astori se negó a entrar “en ningún tipo de calificación” sobre las palabras de Vázquez y pidió seguir “recorriendo el camino” que ha propuesto Mujica.
El expresidente Vázquez (2005-2010) reveló este martes que cuando estaba al frente del Gobierno llegó a analizar la posibilidad de que estallara un conflicto bélico con Argentina por el problema de la papelera e incluso solicitó apoyo a Estados Unidos.
Según razonó Vázquez, su labor ante el conflicto era “pensar desde lo mejor a lo peor, y pedir apoyo, un apoyo que era en lo político y en lo diplomático”, ya que si no lo hubiera hecho y al final pasaba algo todo el mundo iba a preguntar “¿y el presidente, qué hizo?”.
Además, Vázquez consideró que ese concepto de conflicto lo impulsó el entonces presidente argentino, Néstor Kirchner, cuando declaró que el tema de la papelera era un asunto “nacional, y se abrazó con los piqueteros” mientras Uruguay y Argentina negociaban en Chile un acuerdo.
La posibilidad de un conflicto bélico entre Argentina y Uruguay fue analizada por la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires en 2007, según uno de los documentos secretos revelados por WikiLeaks y publicado a comienzos de año por la prensa local.
El conflicto entre Uruguay y Argentina por la planta de celulosa de la empresa Botnia, construida en la orilla oriental del limítrofe río Uruguay con una inversión de 1.800 millones de dólares, se extendió por siete años y derivó en un juicio frente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
La Corte se pronunció en 2010 sobre una demanda interpuesta por Argentina. Dictaminó que si bien Uruguay incumplió un tratado bilateral, no había pruebas de que la planta contaminase, como alegaba Argentina, y por lo tanto podía seguir en funcionamiento.
Las relaciones mejoraron con la llegada de Cristina Fernández de Kircher a la Presidencia argentina en 2007 y pasaron a ser cordiales tras la asunción de José Mujica como presidente uruguayo el 1 de marzo de 2010.