Los tres imputados del encubrimiento del crimen de Candela Rodríguez, descubierto el 31 de agosto en el partido bonaerense de Hurlingham, fueron excarcelados esta tarde por la Justicia de Morón aunque seguirán afectados a la causa, informaron fuentes judiciales.
Pablo Carpaneto, defensor oficial del tornero Alfredo Monteros, de 75 años, y el hijo de éste del mismo nombre, de 36, informó a Télam que el juez de Garantías Alfredo Meade excarceló a ambos y también al fletero Gustavo Valenzuela, de 44, quienes estaban detenidos desde hace una semana por "encubrimiento agravado".
Según Carpaneto, el magistrado les otorgó el beneficio a los Monteros ya que el delito que se les imputa tiene una expectativa de pena que permite la excarcelación y no existen "riesgos procesales" de entorpezcan la investigación o fuguen.
El defensor oficial también había basado su pedido de excarcelación en que padre e hijo no tienen antecedentes penales y están arraigados en un domicilio familiar.
Para Carpaneto, por todos estos motivos el juez Meade les otorgó la excarcelación bajo caución juratoria, por lo que esta tarde los Monteros recuperarán la libertad desde sus respectivos lugares de detención.
De acuerdo al defensor, Monteros padre será excarcelado desde la comisaría de Castelar Sur mientras que su hijo lo será desde la seccional 1ra. de Morón.
Los Monteros fueron imputados en la causa luego de que el fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, acreditó que el 31 de agosto, cuando se halló el cuerpo de Candela, ambos estuvieron en la casa de la calle Kiernan 992 de Villa Tesei, donde los pesquisas creen que la niña estuvo cautiva antes de ser asesinada.
Padre e hijo admitieron ante la Justicia que fueron ese día a la vivienda propiedad de la imputada detenida Gladys Cabrera, de 41 años, hermana de Zaida, esposa de Monteros, padre, pero que estuvieron allí para retirar unos objetos de la difunta madre de esas dos mujeres.
Para cargar esos objetos y trasladarlos hasta su domicilio en el barrio porteño de Villa Soldati, los Monteros declararon que contrataron al fletero Valenzuela, quien se movilizó en una Renault Trafic blanca que fue secuestrada por los pesquisas ante la sospecha de que fue el vehículo utilizado para descartar el cuerpo de la víctima.
Sin embargo, Carpaneto señaló que en su indagatoria, padre e hijo negaron tener conocimiento de que Candela se encontraba dentro de la casa de la calle Kiernan y también desvincularon del caso a su pariente Gladys Cabrera.
Respecto de ese vehículo, el defensor oficial señaló: "Entiendo que va a ser una circunstancia desvinculante el resultado de los peritajes de ADN o de rastros que se le están haciendo y que todavía no han tenido ningún tipo de conclusión".
"Si se demuestra que en la camioneta no hay rastros del perfil genético de Candela entiendo que la suerte de estas imputaciones va a ser el sobreseimiento o desvinculación de la causa", indicó Carpaneto.
Sobre el hallazgo del ADN de Candela en uno utensilios de la casa de la calle Kiernan, el defensor explicó que Monteros, hijo, declaró que cuando él pasó "por la cocina" vio "que efectivamente había restos de comida", como que "habían estado comiendo en el lugar" y que esa circunstancia "no le llamó la atención".
Por último, Carpaneto destacó que "todo lo que han declarado" sus defendidos "ha sido corroborado", en principio, "porque coinciden las versiones de por lo menos Gladys Cabrera, los dos Monteros y Valenzuela".
Y añadió: "(Los Monteros) Habrían estado llegando a Villa Tesei alrededor de las cuatro de la tarde, un horario que, en principio, no es coincidente con el de la aparición del cuerpo, que fue bastante más temprano".
Télam