La Argentina tiene buenos argumentos jurídicos para sustentar su presentación. Pero la estrategia de no pagar “ni un peso” excede la cuestión de los “buitres” y desafía a la justicia norteamericana, algo que Griesa ya dejó en claro que no está dispuesto a consentir. Si la Cámara admite la presentación nacional, Cristina tendrá más tiempo para sostener su orden de no pagar; si en cambio el tribunal ratifica la decisión de Griesa mientras resuelve la cuestión de fondo, la Casa Rosada encontrará una imposición que estará fuera de jurisdicción para la voluntad presidencial.