El juez federal de Rawson interrogó ayer a trece de los tripulantes para tratar de establecer los motivos del siniestro que dejó inutilizada a la nave. Recién en las últimas horas de ayer, el capitán Taparow dejó el rompehielos, que podría ser remolcado a Puerto Madryn.
Trece tripulantes del rompehielos Almirante Irízar que declararon en el juzgado federal de Rawson aseguraron que no fue un error humano sino una falla mecánica lo que causó el incendio del buque, que seguía hoy fondeado en alta mar a la espera de ser remolcado, informaron fuentes judiciales.
Los marinos, todos militares, declararon en el marco de la causa abierta en ese juzgado, a cargo de Ricardo Sastre, que investiga eventuales responsabilidades por el incendio que destruyó parcialmente el Almirante Irízar y obligó a su tripulación a evacuarse en alta mar, frente a Chubut.
Voceros judiciales dijeron a Télam que no se deduce de las declaraciones que haya habido un error humano, sino que “fallaron las condiciones físicas para poder navegar” y agregaron que al escucharse la alarma en el barco “se inició enseguida el plan de salvataje”.
Los 13 tripulantes que declararon en el juzgado fueron acompañados por el contralmirante Guillermo Estévez, comandante del Área Naval Austral.
Los declarantes fueron divididos en dos grupos: uno integrado por personal técnico del área en el que se inició el fuego y otro por personal de mantenimiento del barco.
Fuentes de la Armada en Puerto Madryn dijeron a Télam que una de las causas que se barajan como hipótesis del comienzo del incendio es una sobrecarga en el sistema de tensión, que habría generado chispas, las cuales incendiaron material inflamable que había en la sala de máquinas.
El barco está fondeado a más de 100 millas del Golfo Nuevo, a la altura de Puerto Madryn, a la espera la llegada de barcos de la Armada que lo remolcarán a la costa.
En la sala de máquinas del rompehielos se advertía hasta anoche un humo blanco que sale de su interior, mientras se evalúa trasladarlo primero a Puerto Madryn y luego a la base naval de Puerto Belgrano, en Bahía Blanca.
+La Dirección Nacional de Control Ambiental anunció que integrará una mesa operativa en el ámbito del Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa, para verificar el destino de los residuos peligrosos que transporta el Irízar.
En tanto, algunos de los tripulantes aseguraron a su regreso a Ezeiza que el barco quedó muy dañado y que será muy difícil su reacondicionamiento para que pueda desarrollar sus actividades.
Tarapow dejó el barco
El capitán del rompehielos, Guillermo Tarapow, fue trasladado en las últimas horas de la tarde de ayer al destructor Almirante Brown, que llegó a la zona del siniestro para coordinar las tareas de remolque del buque.
Además del Almirante Brown se encuentran en la zona las corbetas Granville y Robinson, que trasladaron a parte del personal que trabajará en el rompehielos para extinguir el incendio y alistarlo para ser remolcado, informó la Armada.
Ayer, apenas llegada a Buenos Aires, la teniente Silvina Morales, calificó de “héroe” a Tarapow, ya que, según manifestó, el marino “dijo desde un primer momento que si se hunde el buque me voy con él” y agregó que “estuvo firme en su decisión hasta último momento”.
“Todas las maniobras fueron impecables de parte de él hacia el personal y para cualquier militar el capitán Tarapow sería el ejemplo a seguir”, expresó Morales, una de las seis mujeres militares que viajaban como tripulantes en el rompehielos cuando se inició el incendio.
Agencia Télam-El Litoral