En oportunidad de la presentación que Virginia Tola realizó en la ciudad de Rafaela el año pasado, y con la firma de Roberto Schneider, El Litoral consignó entre otros aspectos que “Virginia Tola hizo su aparición. Y el brillo de su fuerte magnetismo inundó el magnífico escenario montado frente al edificio municipal. Podemos sostener entonces que el brillante puede hacer referencia, en la joyería, a un corte de diamante e indirectamente a las personas que por su luminosidad atrapan a quienes observan. Como adjetivo, brillante sobresale por su talento o belleza: una alumna brillante; un científico brillante; una carrera brillante, una cantante brillante. Con nombre y apellido: Virginia Tola”.
Luego, El Litoral consignaba que “cabe recordar que teniendo en cuenta que es una joven intérprete y aún le queda un largo camino por recorrer, Tola ha interpretado una enorme cantidad de personajes operísticos encarnados en los escenarios más prestigiosos del mundo. Ha protagonizado papeles diferentes para construir una amplitud de repertorio reflejado después en el gusto de sus seguidores. También canta canciones populares españolas de diversos autores e incluye en su repertorio también a autores argentinos, como Carlos Guastavino por citar sólo un ejemplo”.
“Su voz es notable por su pureza, control y potencia; también deben resaltarse sus instintos dramáticos y por su destreza interpretativa y, esencialmente, por su excelente técnica, matización vocal y sus exquisitos pianissimos. Aunque sería injusto no reconocer su gran presencia escénica y su refinada sensibilidad como intérprete. Es esencia del arte de Tola, y una de sus grandes aportaciones a la gran tradición de la ópera, interpretar dentro de la línea de canto, sin histrionismos ajenos a la partitura y que normalmente son recursos para ocultar deficiencias técnicas en cantantes menos virtuosas”, continuaba la nota.
“La voz de esta soprano está en el punto exacto de la perfección, ella posee la técnica depurada, el timbre bello y el espíritu capaz de conmover, cuando encarna cada uno de los roles y los estilos que felizmente interpreta. Lo que realmente distingue a los pocos grandes cantantes de los simplemente buenos es la calidad y la belleza de la voz, y, en particular, su estupendo registro. El de Tola es extraordinario. Es capaz de producir sonidos increíbles y hacerlos llegar tal cual hasta el oído de los espectadores, como muy pocas en la actualidad. Cada vez que comienza a cantar una obra, el personaje inicia su itinerario de vida”.