En este preciso momento preste atención a la ``musiquita'' que suena de fondo y sin cesar mientras usted lee estas líneas. Se trata del chirrido de los grillos machos que, por estos días, se volvió parte de nuestra vida cotidiana debido a que es prácticamente imposible convivir sin él. ¿Qué pasa que hay tantos grillos en la ciudad?
Consultado por El Litoral, el licenciado en Saneamiento Ambiental y actual subsecretario de Ambiente de la Municipalidad, Carlos Zapata, explicó que la cantidad de estos insectos no obedece a un fenómeno extraño de la naturaleza sino a una situación que se produce todos los años: la eclosión o el nacimiento de los huevos.
``Los grillos tienen un ciclo de vida relativamente corto. Y es en esta época del año, cuando hay determinadas condiciones ambientales, que se produce la eclosión'', manifestó el hombre. Y agregó: ``En veranos más frescos, esta situación se produce en marzo o abril, pero siempre acontece. Es muy probable que por el intenso calor se haya adelantado''.
Cabe señalar que el sonido inconfundible de los grillos, ensordecedor si se alojó en un ambiente de pocas dimensiones, es producido únicamente por los machos en la búsqueda de sus hembras para poder aparearse.
No son plaga
Los grillos no son vectores de enfermedades transmisibles, como pueden ser los mosquitos o las pulgas de estar infectados. De ahí es que no sean considerados una plaga, si se entiende al término como una necesidad de combatirlos porque pueden provocar un daño.
``Hay que aprender a convivir con los grillos, no hay que matarlos porque son inofensivos y cumplen con una función dentro de la cadena alimenticia'', dijo el licenciado Carlos Zapata, recomendando que si molestan se los barra hacia el exterior de las viviendas.
Cuidado con la ropa
``Puedo dar fe de que los grillos comen tela porque una vez, cuando era chiquita, uno me saltó en la pollera y le hizo un agujerito'', comentó una joven. Y su afirmación fue confirmada por el licenciado en Saneamiento Ambiental, Carlos Zapata: ``Los grillos son comedores de ropa, en realidad la roen''.
Cabe señalar, según pudo conocer El Litoral, que este tipo de insectos se cría en los escondites de la casa, especialmente en los lugares cálidos, húmedos y oscuros como sótanos y cocinas. Además, se mantienen escondidos durante el día y salen de noche para buscar el alimento.
Por último, el licenciado Zapata remarcó que la cantidad de grillos que hay en la ciudad por estos días no debe entenderse como una rareza sino como un ciclo natural que ocurre todos los años.