Por Juan Ignacio Novak
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Desde antes de que la crisis de 2001 hiciera mella en la sociedad argentina, muchos trabajadores perdieron sus trabajos, tras las nefastas políticas aplicadas en los 90’.
Desde aquel inolvidable diciembre, se multiplicaron los casos de las empresas recuperadas por sus obreros, con el propósito fundamental de conservar los medios de producción y mantener las fuentes de trabajo.
Algunos de estos casos fueron recopilados y plasmados por el comprometido cineasta Fernando “Pino” Solanas, en una de sus recientes producciones.
La iniciativa de los trabajadores de la Textil San Justo forma parte de ese cúmulo de propuestas. A través de la formación de una cooperativa, estos hombres y mujeres apuestan a poner nuevamente en marcha la fábrica, bajo la única premisa de conservar sus empleos.
La decisión está ahora en manos de los poderes Judicial y Legislativo, que en los próximos meses, deberán decidir si las herramientas de trabajo de la empresa pasan a manos de los operarios. Pero lo valorable es que, en un contexto de crisis como el que vive la Argentina, este grupo de personas tenga el ánimo necesario para superar la resignación y, sobre todo, construir su propio futuro.