Jorge Santkovsky.
Jorge Santkovsky.
Foto: www.redusers.com
L. A.
Jorge Santkovsky es director de Scrap y Rezagos (www.rezagos.com), una empresa que se dedica a la recolección y reciclado de desechos informáticos desde la perspectiva de la gestión ambiental sustentable y la trazabilidad, y que también exporta componentes peligrosos (plaquetas, etc.) a plantas de tratamiento con sede en el exterior. Pero, además, Santkovsky se ha convertido en un consultor de nivel nacional, dado su amplio conocimiento sobre la problemática. Ofrece charlas, capacitaciones y asesorías a empresas, comunas y municipios de todo el país. Ya estableció contacto con la Municipalidad de Santa Fe. “En la medida que se pueden reutilizar y reciclar los residuos electrónicos, éstos son valiosos. En muchos casos, el reacondicionamiento de piezas produce fuentes de trabajo. El problema que se genera es con los productos que no se pueden reciclar. Las placas electrónicas, por caso, las cuales deben tener un tratamiento especial por sus componentes peligrosos”, puso en contexto Santkovsky, en diálogo con El Litoral. El problema más grave es, para el experto, la falta de una ley nacional de regulación y disposición de basura electrónica. “En 2011 había un proyecto de ley que perdió estado parlamentario en el Senado, a fines de 2012. Ese proyecto estaba mal hecho a mi criterio. Era muy burocrático. Juntaba en un solo espectro desde baterías a otros componentes muy diferentes. Iba a dar lugar a un engorro administrativo”, aseguró el especialista. Este año, reingresó ese proyecto de ley que propone crear el Fondo Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos (Raee) y establece la responsabilidad extendida del productor, por lo cual el fabricante es responsable de la disposición final de los artículos en forma sustentable. “Hay que darle más fuerza a la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación. Y usar la estructura que se está generando desde las entidades ambientalistas. Hace falta una nueva ley que realmente entienda la realidad del problema”, reclamó el consultor. Mientras tanto, ¿qué? En el mientras tanto, y sin legislación: ¿qué se puede hacer? “Los municipios deben minimizar el volumen de los residuos. Primero, hay que aprender a reutilizar y a reciclar después, todo con la debida capacitación. De las placas madre y otros componentes peligrosos debe ocuparse alguna empresa que las envíe al exterior, donde están las plantas de tratamiento especial. Se pueden exportar los elementos peligrosos buscando sponsors o padrinazgos ‘ecológicos’. No es imposible”, alentó. En los municipios y comunas no le encuentran la vuelta al problema, es cierto. “Pero los activos participantes van a ser los propios gobiernos locales. Y las grandes empresas también en algún momento van a tener que comprometerse y cumplir con la ley, cuando llegue”, dijo Santkovsky. Recomendaciones “No es adecuado disponer las plaquetas en los rellenos sanitarios, porque terminan lixiviando. La lixiviación genera niveles de contaminación a través del contacto de estos componentes con el agua. Es la degradación que se produce de los componentes de una plaqueta cuando entran en contacto con líquidos. Se puede generar contaminación”, advirtió. “Nuestra recomendación a los municipios es habilitar un espacio y almacenar en forma clasificada equipos en desuso, según normas de seguridad claras. Almacenar CPU’s, monitores e impresoras por separado. Esto es una solución provisoria mientras se regule el tema”. Y la sugerencia para el vecino es que “si no encuentra a quién donarle su máquina en desuso para reciclaje, es preferible que lo guarde en su hogar antes que sacarlo a la calle”, cerró el experto.