Un discurso en el Coloquio de Idea del año pasado mostró a Martín Lousteau como un defensor de la complementación entre Estado y mercado. Dijo que creía que el Estado necesita disponer de juego propio para arbitrar intereses y para darles apoyo a ``las fuerzas de la producción'', al tiempo que les tiene que facilitar a los privados un ``escenario continuo y duradero y contextos estables''. En esa línea, criticó como inconveniente ``la confianza ilimitada en el Estado'', postura a la que calificó como ``solución facilista, ya que no requiere gestión.
Hay que entender la sinergia existente y que Estado y mercado son dos caras de la misma moneda, que es la sociedad''.