El papa Francisco se apresta a nombrar en forma inminente al cardenal Giuseppe Bertello como nuevo secretario de Estado vaticano en reemplazo de Tarcisio Bertone, según la prensa italiana.
Bertello, presidente del gobernatorado del Vaticano, ex nuncio apostólico en México y en Italia, fue incluido por el papa Francisco en el comité de consulta restringido de los purpurados que estarán junto al Pontífice en el gobierno de la Iglesia universal, según despacho de la agencia Ansa.
Se trata de una especie de comité de sabios, del todo desvinculado de la Curia Romana, que Jorge Bergoglio consultará cada vez que se deban tomar decisiones fundamentales y estratégicas para el futuro del mundo católico.
La designación de Bertello sería una demostración del aprecio y de la profunda confianza del Pontífice respecto al purpurado, que entró en la diplomacia vaticana en 1971.
El nombramiento el sábado de monseñor Battista Mario Salvatore Ricca como prelado del IOR (Instituto para Obras de Religión) o sea el banco vaticano, es tan sólo el primer acto de una revolución que en los próximos meses llevará a cambiar completamente la curia romana.
El 29 de junio, en particular, fiesta de los santos Pedro y Pablo, es una fecha considerada importante, escribió hoy el diario La Repubblica.
En ese día podrían ser anunciados traslados de algunos jefes de ministerios, ‘promociones‘ útiles para redibujar el gobierno vaticano.
Estos movimientos permitirán al Papa llevar a puestos claves a prelados con energías nuevas y, sobre todo, a personas de su total confianza, prosiguió el diario.
Sobre el nombre del nuevo secretario de Estado, cargo clave, ya que es el números dos del gobierno Vaticano, rige la máxima reserva. Pero en ‘pole position‘ está el cardenal Bertello.
En alternativa circula otro nombre muy considerado por Bergoglio: el actual nuncio en Venezuela, Pietro Parolin, ex número tres de la misma secretaría de Estado.
El cardenal Bertello, se afirmó, tiene un curriculum que corresponde al del sacerdote que debe ir a la periferia, a los confines del mundo para evangelizar y proseguir la misión apostólica como tantas veces Francisco repitió en estos meses de pontificado.
Télam