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Considerada una estrella naciente de la política británica, la diputada laborista Jo Cox, que murió hoy trágicamente tras una ataque a manos de un hombre armado, estaba comprometida con los derechos de los más vulnerables, los inmigrantes y las minorías y era una conocida opositora al "Brexit".
Cox, de 41 años, era una entusiasta europeísta que en 1999 participó en la creación de la iniciativa "Britain in Europe" en el despacho de la diputada laborista Joan Walley, además de ser muy apreciada en Westminster.
Hija de una secretaria y de un obrero de una fábrica, Helen Joanne "Jo" Cox nació el 22 de junio de 1974 en Batley, en el condado de West Yorkshire, en el norte de Inglaterra, donde hoy fue asesinada. Se graduó en la Universidad de Cambridge en 1995, y fue la primera en su familia en tener un título de grado.
Fue justamente esa casa de estudios el lugar que la "marcó" porque para ella, fue allí donde "comprendió" que "dónde has nacido, importa". "Fue en Cambridge donde me di cuenta de que cómo hables, importa... a quién conoces, importa. Yo no hablaba de la manera adecuada, ni conocía a las personas adecuadas", contó en una reciente entrevista recapitulada en el diario británico The Guardian.
Cox fue directora de política de Oxfam, una organización humanitaria internacional presente en 90 países y que trabaja en zonas de conflicto y subdesarrollo. De su paso por allí, su director político Max Lawson la recordó como "una comprometida activista, brillante para la justicia social, con una energía ilimitada y una bondad. Hizo una enorme contribución en Oxfam".
Además, fue asesora de la activista y filántropa Sarah Brown en sus campañas para la salud de mujeres y niños y trabajó junto a Glenys Elizabeth Kinnock, diputada laborista entre 1994 a 2009.
Casada con Brendan Cox y madre de dos hijos de tres y cinco años, Jo se había desempeñado como presidenta de la Red Nacional de Mujeres de Trabajo y fue asesora del Fondo de la Libertad, un grupo que hace campaña contra la esclavitud y otros abusos domésticos y laborales.
En las elecciones de 2015 consiguió por primera vez un escaño de la mano de Jeremy Corbyn en la cámara baja británica y se convirtió en la líder de la bancada multipartidaria conocida como "amigos de Siria".
La joven rápidamente se impuso con voz propia al intervenir fuertemente en el debate de si los laboristas debían respaldar la acción militar en Siria con fuertes argumentos para priorizar la tragedia humanitaria. Incluso, en el Parlamento, Cox había sido muy franca acerca de la necesidad de hacer más para proteger a los civiles sirios y había discutido la posibilidad de aceptar 3.000 niños refugiados.
También hace poco había desafiado a su jefe político al escribir un artículo con el laborista Neil Coyle acusando a Corbyn de mostrar "un liderazgo débil, falta de juicio y un sentido erróneo de prioridades".
La joven asesinada era conocida activista a favor de la causa palestina, defensora de los derechos de la convivencia con la minoría musulmana y hasta el año pasado había trabajado con la fundación de Bill y Melinda Gates en una campaña mundial para terminar con la esclavitud moderna. Ella misma se había descrito en su cuenta de Twitter como una "mamá, orgullosa muchacha de Yorkshire, habitante de una embarcación, alpinista y ex trabajadora de ayuda humanitaria".
Jo Cox, asesinada hoy, vivía con su familia en una casa flotante cerca a la Torre de Londres. Su marido, ex asesor de Gordon Brown que también trabajó en la ONG Save the Children, posteó hace pocas horas una foto de su esposa frente a su embarcación.
Activa militante de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, la diputada publicaba fotos junto a su familia navegando en un bote por el Támesis con la bandera de "Strongerin" (Más fuertes en Europa).
En su primer discurso en la Cámara apuntó sobre las ventajas de la inmigración y dijo: "Nuestras comunidades han sido profundamente reforzadas por la inmigración ya sea de irlandeses católicos o de los musulmanes de Gujarat en la India o de Pakistán". "Ella era el futuro del laborismo" la despidió el número dos del Partido Laborista, Tom Watson.
"Creía en un mundo mejor", así la definió hoy su marido Brendan Cox, sobre esta mujer que trabajó activamente en diversos espacios políticos y sociales a la lo largo de su fructífera y trunca carrera.