Juan Cruz Esteban Lucca siguió el mismo camino que su hermano, Juan Ernesto Clarito Lucca. Ambos son policías y fueron procesados porque la Justicia los encontró sospechosos de cometer distintos delitos durante los últimos años, aprovechando el hecho de ser integrantes de la fuerza pública.
En las últimas horas, el juez de Instrucción, Julio César Costa, procesó a Juan Cruz por su presunta participación en el delito de privación ilegítima de la libertad agravada y robo calificado por el uso de arma de fuego, en concurso real.
Según los elementos recabados hasta el momento, este policía utilizó la máquina de escribir de la seccional donde trabajaba en abril de 2003 para falsificar una orden de allanamiento. Para eso apeló a una hoja con el membrete del Poder Judicial.
Con dicha orden en su poder, su hermano, Juan Ernesto, se habría presentado junto con dos cómplices en el domicilio particular de una escribana que vive en el norte de la ciudad. Ingresaron a la casa y la mantuvieron secuestrada durante varias horas, amenazándola con armas de fuego con el objetivo de robarle.
Juan Cruz ya había sido procesado hace cuatro años por el Juzgado de Instrucción de la Octava Nominación, donde se concluyó que existían pruebas suficientes como para sospechar que el uniformado pidió 100 pesos semanales a un vecino del barrio Centenario para "acelerar" una investigación y porque en su domicilio particular se halló documentación sobre 14 denuncias a las que jamás les había dado el trámite correspondiente.
Pero esto no fue todo. Además, desde el mismo juzgado se procesó a este policía porque no pudo explicar por qué en su casa tenía un fusil de asalto que pertenecía al FBI -así se comprobó luego de pedir informes al Renar y al organismo de seguridad estadounidense. Cuando, asombrados, los investigadores le preguntaron al policía por qué tenía en su poder ese arma, simplemente contestó que había encontrado el fusil tirado en una calle mientras corría.
Pero a fines del año pasado, el juez de Sentencia, Mauricio Frois, lo absolvió por todos estos cargos y este policía siguió prestando servicios. Esta vez, en la subcomisaría décima.
El hermano
Juan Ernesto ya había sido procesado por el juez de Instrucción, Carlos Ferrero. Este policía había sido apresado el 16 de febrero pasado luego de un asalto producido contra un registro de la propiedad automotor, ubicado en San Jerónimo y Juan de Garay.
Aquel día, Lucca fue detenido junto a dos presuntos cómplices. Se trata de Alejandro Gabriel Olivieri y Sebastián Rodrigo Sanabria, también procesados.
Cuando los capturaron, se trasladaban en el auto marca Suzuki, propiedad de Lucca, y tenían en su poder el dinero robado del registro, las armas y la bolsa utilizada para guardar el botín. Además, existió un testimonio clave de una persona que vio cómo los asaltantes abandonaban el lugar del delito y subían a dicho automóvil.
Lucca y Sanabria también fueron procesados por un asalto cometido contra un centro de Rapipago, ubicado en Aristóbulo del Valle al 6700. Asimismo, se les dictó falta de mérito a los tres detenidos por un asalto cometido contra un centro Renault Minuto de esta ciudad.
Según Ferrero, existen elementos suficientes como para sospechar que los imputados cometieron delitos tales como robo calificado por empleo de armas de fuego, tenencia y portación ilegal de armas de uso civil y de armas de guerra, todo en concurso real.
Ahora, los dos hermanos Lucca continuarán en prisión preventiva, mientras las causas siguen su curso, a la espera de una sentencia.