Dos parejas pasaron ayer por la mañana por el Registro Civil de Santa Fe, ignorando los malos presagios que, para los supersticiosos, tiene el martes 13. Valeria Alejandra Retamoso y Gerardo Emanuel Giusti dieron su consentimiento a las 10 de la mañana ante el Dr. Miguel Campaña, en la 3° Sección del edificio ubicado frente a la Plaza España. Y a las 10.30 se casaron Francisco José Mathier y Laura Noemí García. En cambio, desde la 4° Sección, con sede en Estanislao Zeballos 4063, un empleado comentó: ``Hoy no se animó nadie. Todos guardaron las ganas de casarse hoy, que es un día más apropiado: el de San Valentín''. A diferencia de 2006, que sólo tuvo un martes 13, este año registra tres: la segunda será en marzo y la tercera, en noviembre. Pero la ``mufa'' no acabará allí, porque también habrá que soportar dos viernes 13 -tan ``maléficos'' como el martes- que vendrán en abril y julio, así que el respiro no será tanto. A ambos hacía referencia un refrán de tiempos del Imperio: ``Giorno di Venere, giorno di Marte, non si sposa e non si parte'', es decir: ``Día de Venus, día de Marte, no hay que casarse ni partir de viaje''. Viernes debe su nombre a Venus y por tal razón es el día dedicado a la diosa del amor o, si se prefiere, a ese planeta; en tanto que martes proviene de Marte, dios de la guerra, que a su vez le prestó su nombre al planeta más próximo a la Tierra. ``No te cases ni te embarques'' En la Argentina, este antiguo refrán fue cortado al medio: ``En martes 13, no te cases ni te embarques'', recomienda. Sin embargo, en Europa y Estados Unidos se le teme más al viernes, porque fue un viernes 13 que Jesús fue crucificado, luego de cenar con sus doce apóstoles. De esa Última Cena derivó también la superstición de no sumar nunca 13 personas sentadas a la mesa de Navidad, Año Nuevo o Pascua, porque una de ellas morirá en el transcurso del año. El esoterismo recoge un significado parecido: el arcano 13 del Tarot es la Muerte y se la representa con un esqueleto y una hoz. ¿Es malo ser supersticioso? Si se advierte el significado etimológico de esta palabra (proviene del latín ``superstitio''), no lo es en absoluto: significa pasar por encima, superar, dominar. En otras palabras, la superstición es lo que le permite al hombre superar la incertidumbre y sobrevivir a la adversidad. Las líneas aéreas internacionales no tienen asiento ni fila 13 y tampoco tienen habitación ni piso 13 los hoteles norteamericanos: pasan del 12 al 14 como si nada. ¿Por qué será? Seguramente, porque son muchos los pasajeros supersticiosos que se negarían a ocuparlas. ¿Cuál es su simbolismo? El 13 es el número de lunas llenas que contiene el calendario de 365 días y alude a la tarea anual. A su vez, la suma de los dos dígitos da 4, número que representa al mundo concreto, lo que sugiere que esa tarea debe hacerse a favor de la humanidad en los cuatro puntos cardinales. Pero no es el único significado posible: el 13 está formado por el uno, que en la Biblia simboliza a Dios (Mateo 19,6,17; Juan 10.30) y por el tres, que representa a la totalidad, porque son tres las dimensiones del tiempo (presente, pasado y futuro).