Miguel Micó, por ahora, seguirá siendo el entrenador de Racing y ayer tomó la decisión de separar del plantel al delantero Maximiliano Estévez, quien el viernes abandonó la concentración, cansado de las decisiones del técnico.
La situación de Racing va de mal en peor, con un entrenador que asegura que su equipo juega bien, pese a que tiene tres puntos sobre 24 y que el fin de semana que viene podría quedar, si se dan una serie de resultados, en zona de descenso directo.
El plantel se tenía que entrenar ayer en el estadio de Avellaneda, pero en la mañana sólo hubo reuniones y de trabajo, poco y nada, como si el equipo estuviera en las primeras posiciones del certamen y no en la última, como ocurre actualmente. Recién a las 11.45, los jugadores salieron a la cancha auxiliar a realizar algunos movimientos regenerativos, para luego ser liberados hasta mañana.
Pero la historia del día comenzó bien temprano, cuando, poco después de las 8.30, llegó Micó al estadio de Avellaneda y, en forma inmediata, ingresó el vestuario. Luego, apareció sorpresivamente el gerenciador Fernando De Tomaso _por su presencia los periodistas no pudieron ingresar a la práctica, que se anunciaba abierta y terminó siendo cerrada_ y se reunió con el entrenador.
En el encuentro, según le comentaron allegados al plantel de Racing a Télam, que se prolongó durante casi dos horas, arreglaron que “lo mejor para el club” es que Micó siga siendo el entrenador. En esa misma charla, el técnico le comunicó a De Tomaso que separaría a Estévez del plantel, algo a lo que el gerenciador no puso objeciones, porque se comenta que al goleador del equipo que obtuvo el torneo Apertura 2001 se lo impusieron y nunca lo quiso. Poco después de las 11.30, la mujer de Estévez pasó a buscar al delantero, quien, visiblemente molesto, se retiró de la cancha sin hacer declaraciones a la prensa.
En tanto, si bien ayer no hubo muchos simpatizantes en la práctica, muchos anunciaron que irán en la semana al estadio a exigirle la renuncia de Micó y a pedir el fin de Blanquiceleste.