Nicolás Loyarte
Redacción El Litoral
La aparición de esta fotografía de un sujeto “crucificado” con un cartel en su pecho: “No robarás” otorgó un elemento informativo muy fuerte y chocante para el lector. El caso -indignante y repudiable- cobró fuerza y trascendió internacionalmente por el poder de esta imagen que nos lleva a la antigüedad.
En este momento de la historia del periodismo pareciera que nada escapa a la mirada del “Gran Hermano” que todo lo ve y lo muestra. Como en aquella película de George Orwell (“1984”), el carácter omnipresente de quien observa hace que cada vez que suceda y trascienda un caso como éste, todos esperen “ver”, porque de seguro existe una imagen de lo ocurrido, ya sea por una cámara de seguridad o por una fotografía aficionada tomada con la cámara de un teléfono celular.
Lo que no trascendió hasta hoy en este caso es quién fue el autor de la fotografía del “crucificado”, si fue alguien que lo encontró y registró la imagen o si se trata de los mismo autores del hecho delictivo que la divulgaron, con o sin intención de que trascienda, como sucedió. La imagen fue publicada por La Voz de San Justo, de San Francisco, Córdoba, donde fue hallado el sujeto. Luego se propagó por todos los medios y fue cedida por gentileza a El Litoral, entre otros.