Nigeria goleó este martes 4-1 a ritmo de tambor a Bélgica y con ese resultado se clasificó para la final del torneo del fútbol olímpico masculino, donde discutirá la medalla de oro con el ganador del partido de sda hora entre Argentina y Brasil.
Con este triunfo, en partido disputado en Shanghai, Nigeria jugará la segunda final de su historia, después de habar ganado el oro en Atlanta-96, cuando derrotó a Argentina por 3-2.
El marcador fue inaugurado a los 13 minutos por el defensa nigeriano Olubayo Adefemi, tras recibir un pase por la izquierda, que rebotó en un futbolista, y el le cayó en sus pies, quedando el balón en un mano a mano con el arquero Logan Bailly.
Nigeria comenzsoñar en serio con el oro luego que Ogbuke Obasi clavó la segunda estocada a Bélgica, a los 58 minutos, tras un pase profundo de Victor Anichebe, que los los europeos dejaron pasar pensando que el jugador africanoestaba en fuera de juego.
La faena parecía que ibquedar redonda con un golazo nuevamente de Ogbuke Obasi desde unos 35 metros, que literalmente fusiló por el costado derecho al portero belga. Pero todavía había más sorpresas.
La máquina nigeriana de hacer goles anotó otra vez a los 77, tras recibir un pase retrasado el defensa Chibuzor Okokwo y clavarla en el arco con un latigazo por bajo.
El gol del honor fue anotado para los belgas por Laurent Ciman de tiro libre a los 87, cuando el partido estaba en agonía.
Con este resultado, ‘‘ahora estamos yendo por el oro’’, anunció al cabo del encuentro el técnico Samson Siasa, que manejó con tino la táctica y estrategia, esa conjunción de conceptos tan esquiva a veces en el fútbol.
A pesar del contundente resultado, Siasa dijo que ‘‘no estoy seguro todavía’’ si mantener el dibujo táctico de su equipo: ‘‘tengo que vi hay algún lesionado o ver la necesidad de un cambio’’, dijo en rueda de prensa.
En el juego, los africanos lejos de conformarse con el resultado machacaron con insistencia durante todo el partido sobre el arco rival, dando a los belgas un verdadero bay a los espectadores un luminoso show de goles y buen fútbol.
Sintiendo las profundas estocadas, los belgas lanzaron esporádicas cargas desordenadas que en un par de ocasiones amenazaron al equipo africano, que tuvo en Ambruse Vanzekin a un excelente guardián, pero su suerte estaba echada.
Un desbordante punta derecha Chineduse Ogbuke Obasi hizo estragos en la última línea belga, pero fue el capitán Victor Obinna el director de orquesta perfecto que marcó los acordes para el juego rítmico y cadencioso de los africanos.
Aunque Nigeria fue más efectiva al momento de dar la estocada, los europeos también tuvieron lo suyo y asediaron en cinco oportunidades la puerta del plantel verde.
‘‘Pensamos que podríamos encaminarnos por la ruta de la victoria a pesar del primer gol nigeriano, pero después del segundo todo esta acabado’’, confesó luego del partido el defensa belga Jeroen Simaeys.
iene razón, pues la tónica del segundo fue aún más favorable a los nigerianos que tenían virtualmente maniatados a sus oponentes con un fútbol claro, contundente, veloz y sobre todo muy equilibrado en sus tres líneas.
Para entonces los belgas parecían desconcertados por la marea verde que los emborrachaba con su juego punzante, abierto y electrizante.
Quien pase a la ronda final -Argentina o Brasil- tendrá un arduo trabajo frente a los africanos que confirmaron una vez más que su fútbol está en constante crecimiento.
Fuente: AFP