El actor Oscar Ferreiro, considerado el “malo” de la televisión y el cine, murió anoche a la edad de 63 años luego de padecer una enfermedad terminal, según confirmaron allegados al mismo. También manifestaron que se encontraba internado en el Hospital Italiano desde principios del presente mes, y de acuerdo con una información suministrada por Argentores, sus restos no serán velados.
Comenzó su carrera actoral más reconocida en la telenovela “Ricos y famosos”, producida por Alejandro Romay, y en esa oportunidad tomó el papel del “malo” de la alta sociedad, el recordado Luciano Salerno.
Pero antes, ya había participado en “El amor tiene cara de mujer”, de Nené Cascallar; y en “Estación Terminal”, con Nora Massi.
Después de “Ricos y famosos”, vinieron “22, El loco” y “Montecristo”, que también le significaron satisfacciones por sus dotes de actor.
Mientras que en teatro, protagonizó “El deseo bajo los olmos”, de Eugene O’Neill, “La muerte de un viajante” y “Un enemigo del pueblo”.
“La repercusión de ‘Montecristo’ confirma que era necesario salir a hacer televisión en serio, que si queríamos hacer un melodrama hiciéramos eso en lugar de poner gente gritando”, ejemplificó Ferreiro en diálogo con Télam en su oportunidad.
“Sin embargo -subrayó- nos va bien y estamos logrando entretener a la gente sin apelar a los gritos y sin burlarnos de los demás”.
Dueño de una personalidad que en la pantalla chica se apreció en los ciclos de ficción “Ricos y famosos”, “María de nadie”, “Manuela”, “Alén, luz de luna”, “22, el loco” y “El precio del poder”, Ferreiro destacó el rol de Alberto Lombardo que le tocó en “Montecristo” señalando que “es un papel muy rico”.