En Unión marcó una época, muchos lo tienen a él como el jugador más importante que vistió la camiseta de Unión. Era tremendamente habilidoso y con Acosta formó un gran dupla ofensiva. Precisamente, ese equipo de 1949 formaba con Rocha; Hussein y Ogas; Rómulo Mieres, Brattina y Luengo; Sánchez, Ávila, Micci, Grecco y Acosta. Esa delantera, para muchos, fue inolvidable.
Aquel equipo de 1949 tomó la posta del de 1943, cuando salió campeón Vélez y jugaba en Unión otro gran “10” como Ballesteros. Era el equipo de Díaz, los mellizos Pérez, Medina, Hernán López, Pérez, Bonacci, Ruidíaz, Verga, Martínez, Ballesteros y Lezcano, entre otros.
Hago la mención de este equipo, porque junto con el del ‘49 y el de 1963, fueron los que estuvieron más cerca del ascenso hasta que el mismo se concretó en 1966. Y en el recuerdo de los unionistas, sin dudas, está el nombre de José Vicente Grecco en lo más alto.
La gente se preguntaba cómo lo largó Boca y qué hacía Grecco jugando en Unión, atendiendo al detalle que venía del club de la Ribera, que era un grande en esos tiempos como lo fue siempre. Porque además de jugar muy bien, Grecco hacía goles. Y en esos clásicos de aquellos tiempos, se sacaban chispas con Román Quevedo. La gente iba a la cancha a ver el duelo de Quevedo, un gran jugador que tuvo Colón, con Grecco. Eran imperdibles. Y después de su paso por Newell’s, José Vicente se fue a Colombia y muchas veces expresó sus deseos de regresar a la Argentina para morir en su tierra. Sin embargo, se quedó para siempre en tierras colombianas, donde pude constatar que fue un gran ídolo.