Por Claudio Campanari (Télam)
La tenencia de perros de razas consideradas peligrosas por su envergadura y agresividad aumentó en los principales centros urbanos ya sea por seguridad o por moda, lo que incrementó la cantidad de ataques de esos animales, que se sitúan en más de 100.000 al año sólo en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, según cifras del Instituto Pasteur.
La fiereza de estos canes ``muchas veces es ignorada en su real dimensión por los propietarios que adquieren determinada raza porque está de moda, sin informarse sobre su estilo de vida, comportamiento y hábitos, al margen del factor seguridad que también incide'', dijo a Télam Jorge Guerrero, de la facultad de Veterinaria de la UBA.
Los ataques de ``perros peligrosos'' que se escapan de sus dueños, obligó a algunos municipios a establecer límites para su tenencia, tales como registrar sus antecedentes de mordeduras, sanciones para sus propietarios o un chip para identificarlos.
Así, todo propietario de un Rottweiller, Pit Bull Terrier, Doberman, Ovejero Alemán, Gran Danés, Dogo, Husky, Fila brasileño o Akita Inu deberá cumplir ciertas condiciones como en la ciudad santafesina de Rafaela, donde recientemente un Rottweiller mató a una beba de un año.
El Instituto de Zoonosis Luis Pasteur y el Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires tienen registrado un promedio de más de 7.000 atenciones anuales por mordeduras de perros, aunque desde el Pasteur aseguran que esa cifra ``sólo representa el 40 % de los ataques que se producen'' en Capital Federal.
El mismo Instituto en su página web destaca que en la provincia de Buenos Aires se atienden anualmente en organismos oficiales 100.000 personas por lesiones causadas por caninos y el 20 % debe iniciar tratamiento por carecer el animal de un certificado antirrábico.
Guerrero, quien es secretario de Extensión de la facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, aseguró que ``la mayor cantidad de ataques se da en el interior del país, donde las restricciones para estos animales son menores y la población está menos informada sobre sus comportamientos''.
Antecedentes
Las cifras que difunde el Pasteur están muy lejos de las que ocurren en otros países más desarrollados ya que, por ejemplo, en los Estados Unidos 1 a 2 millones de personas por año son mordidas por caninos o felinos de acuerdo con datos de la Universidad de Wisconsin.
En tanto, en Francia, los datos oficiales hablan de una incidencia por mordeduras de 37,5 cada 100.000 habitantes, aunque estudios posteriores determinaron una incidencia cien veces mayor a la oficialmente registrada.
“La gente que tiene este tipo de animales es como si tuviera un arma porque son animales dotados para la pelea'', aseguró Guerrero e insistió en que ``se debe difundir una tenencia responsable ya que las personas compran perros de esta raza como si compraran un auto o un electrodoméstico y creen que van a funcionar como ellos quieren''.
En el 80 % de los accidentes con perros, el animal tiene dueño y es muy infrecuente la agresión de un animal vagabundo, según datos del Instituto Pasteur y agrega que el vínculo entre el propietario y el animal es un componente fundamental en este tipo de accidentes.
En este sentido, el texto asegura que según datos tomados en distintas zonas geográficas de la provincia de Buenos Aires, el 29 % de los perros con dueño tiene acceso en forma diaria a la vía pública y el 78 % de los perros peligrosos ``no están vacunados de acuerdo con las normas vigentes''.
Guerrero explicó que ante la falta de educación de la gente para tener en forma responsable a un animal de estas características ``es necesario establecer controles paliativos y la posibilidad de que colocar un chip a un perro para identificarlo es una buena alternativa''.
El médico veterinario destacó que ``la gente rechaza la idea del chip porque piensa que atrás hay un negocio pero es un buen mecanismo de control y en la facultad los colocamos en forma gratuita cuando nos convocan los municipios para tratar este tema''.
El profesional remarcó que el crecimiento de la tenencia de estas razas ``no sólo se da por una cuestión de seguridad sino también por moda, antes la gente compraba raza Boxer, luego se volcó por los Bulldog, después aparecieron los Doberman, los Ovejeros y ahora están de moda los Pit Bull y los Rottweiller''.