El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Julio Casanello, admitió este martes su preocupación por lo que pueda suceder durante el paso de la antorcha olímpica por Buenos Aires.
"Es una situación complicada, no tengo ninguna duda. Es distinto cuando hay condimentos ideológicos en el tema", dijo a DPA en Pekín el máximo responsable del olimpismo argentino.
La antorcha, que está protagonizando el viaje más largo de su historia, llegará a Buenos Aires el viernes tras dos tormentosos pasos por Londres y París y un recorrido mañana por San Francisco que amenaza con multiplicar los incidentes.
Buenos Aires es la única ciudad latinoamericana incluida en el recorrido de la antorcha.
Casanello, que no estará en Buenos Aires cuando llegue el fuego olímpico, cree que la capital de nuestro país es "absolutamente imprevisible".
"En Argentina hay una total libertad de expresión, pero mi duda está en qué medida se confunden o no las cosas. Hay movimientos que tienen que ver con reclamos de tono social, hay movimientos que tienen que ver con temas de derechos humanos, otros de tipo económico. No sé en qué medida confluyen esos intereses o no", dijo.
Casanello, ex intendente de Quilmes durante el gobierno militar de fines de los 70 y principios de los 80, preferiría no estar en Pekín, dónde asiste a la asamblea general de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO).
"El propio presidente de ACNO me pidió por favor que me quede.Si no me hubiese ido, no tenga dudas", aseguró, al tiempo que elogió a su vicepresidenta, Alicia Morea.
En tanto, el Movimiento del Relevo Mundial de la Antorcha de los Derechos Humanos afirmó que planea efectuar una protesta contra la violencia en el Tíbet y a favor de los derechos humanos en China durante el paso de la antorcha olímpica por Buenos Aires.
"Nuestro objetivo es evidenciar la contradicción de que puedan coexistir los Juegos Olímpicos con los crímenes contra los derechos humanos en China", dijo ayer a Télam Axel Borgia, vocero del movimiento en la Argentina.
Fuente: Télam