“Nuestra propuesta es que al agua en la ciudad la administremos los rafaelinos”, dijo ayer su intendente, Luis Castellano, en un discurso que sorprendió a los asistentes a la primera audiencia pública convocada por el Enress en La Perla del Oeste.
“Estamos seguros que, en un mediano plazo, vamos a ser más eficientes”, disparó ante las autoridades de Assa.
A esa posición se sumó el diputado provincial Roberto Mirabella (también del PJ), quien advirtió que “comparto la propuesta de municipalización del intendente, y presentaré un proyecto de ley para acompañar esa iniciativa”, dijo.
Castellanos describió a la novedad de las asambleas en el interior como “un quiebre histórico” y reclamó que “no quede en un acto de catarsis, porque es tomarnos el pelo”.
Rafaela necesita un acueducto que aumente la disponibilidad de agua potabilizada y aclaró que lo que su ciudad está dispuesta a hacer se limita a la distribución del agua, no a su transporte desde una fuente de captación apta.
Las aguas subterráneas en el oeste santafesino tienen abundante arsénico lo que crea muy malas condiciones para su potabilización.
“Desde hace mucho tiempo venimos peleando por el acueducto que, en principio, había sido postergado por seis meses cuando entró el gobernador Binner y hoy sabemos que es una obra que va demasiado lenta”, sostuvo.
“Debo repetir que no se ha cumplido con el compromiso de la empresa en la colocación de micromedidores -prosiguió el intendente-, que la planta de ósmosis inversa debería haber estado lista hace más de un año, que la enorme cantidad de pérdidas de agua existente en la ciudad no es subsanada, que no se puede seguir avanzando en un esquema de aumento de tarifas cuando no está discutido globalmente, y la verdad es que son cosas que uno se cansa de decirlas en cada una de las asambleas”, expresó.