Juan Carlos Blumberg volvió a pedir anoche seguridad en el marco de una multitudinaria manifestación en la que reclamó que se apliquen las leyes penales para combatir la delincuencia y que se respeten los derechos humanos de todos, al sostener que "no son de derecha ni de izquierda". Además, Blumblerg, al hablar en la Plaza de Mayo, remarcó que "nuestra fuerza está en el voto", al responder a los abucheos de la multitud cuando criticó al gobernador bonaerense, Felipe Solá y al ministro de Seguridad de la provincia, León Arslanián. Si bien la convocatoria a la marcha a Plaza de Mayo no contenía un trasfondo político, de acuerdo con los organizadores, Blumberg instó a la multitud a "respetar las instituciones" y "confiar en el voto, porque nuestra fuerza está en el voto". Esta fue la respuesta a los abucheos de la multitud, cuando criticó la administración del gobernador Felipe Solá y la gestión del ministro León Arslanián, de quien dijo que "quema los archivos de los delincuentes". "Ustedes vinieron por su cuenta, no les pagaron, no los trajeron en micro, ni les dieron un choripán y una Coca-Cola", dijo Blumberg a los manifestantes, en su gran mayoría de clase media y media alta. En su discurso, teñido de connotaciones políticas, el ingeniero llamó a "respetar al presidente" y a "ayudarlo, porque si a él le va bien nos va bien a nosotros". Sobre un palco donde se concentraron los familiares de las víctimas de la delincuencia, había un cartel que ofició de telón principal con la leyenda "Por la justicia, Por las víctimas, Por la vida", que representó el eje de la convocatoria. Sobre las 19.25, los organizadores anunciaron una concurrencia de "300 mil personas", lo que provocó un cerrado aplauso generalizado entre el público que se ubicó en media Plaza de Mayo, desde el palco, montado delante de la pirámide, hasta el Cabildo. Al acto concurrieron referentes de la centroderecha como los líderes de PRO, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, al cómico radical Nito Artaza y a Cecilia Pando, esposa de un militar separado del Ejército por hacer apología de la dictadura procesista, quienes prefirieron manener "bajo perfil" y mezclarse entre la multitud. También se observó a los diputados Paula Bertol, Cristian Ritondo, Esteban Bullrich, Eugenio Burzaco y Pablo Tonelli, y los diputados porteños Martín Borrelli, Daniel Amoroso y Roberto Destéfano. Estuvo también el dirigente piquetero Raúl Castells y el ex embajador de Carlos Menem, Diego Guelar, actualmente militando en el macrismo.. Adhirieron, asimismo, integrantes del movimiento policial conocido como los 'sin gorra', constituido por policías exhonerados que se encuentran bajo proceso judicial. El popular tema "Color Esperanza", de Diego Torres, fue la canción que acompañó los momentos de espera al comienzo del acto y un repetido coro popular se unía a la estrofa "saber que se puede", entonando "se puede, se puede...". Las fotos de las víctimas que arrojaron diferentes episodios de violencia dominaron la escena, acompañadas en buena cantidad de casos por velas encendidas. En algunos sectores de la plaza se observaron carteles con leyendas que daban cuenta del origen de algunas personas, como los casos de Tucumán, Santiago del Estero, Mar del Plata y Rosario, y también militantes de la agrupación piquetera de Raúl Castells. A las 19,40, cuando Blumberg llegó entre apretujones al escenario, un locutor recordó especialmente la memoria de las víctimas del accidente de Lapa, en el aeroparque metropolitano. Luego, agradeció al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Policía Federal, los medios periodísticos, a las Organizaciones No Gubernamentales y a los "jóvenes voluntarios" que colaboraron para la concreción del acto. El cantante de tangos Hugo Marcel fue la voz principal al momento de entonar las estrofas del himno nacional, en lo que constituyó la apertura formal de la cita. En tanto se producían las bendiciones de representantes de los cultos católico, judío y evangélico, integrantes de la Cruzada Axel vieron frustrada su intención de llegar hasta la Casa Rosada para entregar el petitorio que habían redactado. Blumberg se quejó porque no fueron atendidas sus llamadas a los celulares del ministro del Interior y del jefe de Gabinete, y dijo que sólo le atendió la llamada el vicepresidente Daniel Scioli. Como lo hizo en otras concentraciones, Blumberg reiteró que "los derechos humanos son de todos, no son de izquierda ni de derecha". "Los enemigos del cambio dicen que sólo pedimos más cárceles, yo les respondo que para nosotros seguridad es trabajo, alimentación, salud y una vivienda digna". Agregó: "la única verdad es la realidad. Necesitamos seguridad y justicia". Quizás el discurso con mayor "bajada" de línea política lo dio el rabino Sergio Bergman, quien opinó que existe un proyecto "que se parece a una monarquía constitucional". "Los derechos humanos no sólo tienen que ver con el pasado triste que no olvidamos. Podemos volver a la violencia y al terror. Venimos a decir el pueblo sabe de qué se trata, pero el pueblo quiere saber de qué se trata", remarcó. Tras el discurso del rabino hablaron un sacerdote católico y un pastor evangelista. La multitud siguió el acto en perfecto orden y respetando cada uno su espacio, con velas encendidas, mientras que desde el Ministerio del Interior expresaron su "satisfacción porque todo transcurrió en orden". Fuente: Télam.