El retroceso de los glaciares patagónicos a causa del calentamiento global es un ejemplo de pérdida de recursos hídricos, según especialistas que participaron de un taller sobre cambio climático en Capital Federal, organizado por la embajada de Italia.
Uno de ellos, el geólogo Jorge Rabassa -investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - señaló a Télam que los glaciares son "altamente sensibles" a ese fenómeno.
"El aumento de la temperatura y la variación de la línea de nieve modifica el proceso de alimentación y la masa" de estos enormes ríos de hielo que descienden de las montañas, dijo.
"Evidencias de campo" de las tres últimas décadas muestran la merma de hielo en la región austral desde 1977-78, "cuando los glaciares, también en Suiza, comenzaron a retroceder", pero aclaró que "no se van para atrás, pierden hielo por sectores".
En la Patagonia, que con casi 750.000 kilómetros cuadrados tiene una superficie "similar a la de Francia e Italia juntas" el cambio climático también se hizo sentir, sostuvo.
Si bien el glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz, mantiene un "comportamiento anómalo" y aparece como "el único en crecimiento", en la margen este hay "una significativa pérdida de hielo: lateralmente disminuye y pierde espesor", indicó.
Rabassa relató que, en un reciente documental de la cadena británica BBC, se aprecia cómo ese sector del glaciar, "en un año, retrocedió entre 100 y 200 metros y perdió otros 12 de espesor".
Pese a ello, anticipó que el puente de hielo que lo une con la costa ya cerró y formó el Canal de los Témpanos, que "en dos meses, o con toda seguridad el verano próximo, volverá a romper".
El Upsala -en la misma provincia-, con su lengua que flota en el lago Argentino, es "el más grande fuera de la Antártida" y sus témpanos son "un atractivo turístico muy valioso", pero esas masas de hielo "implican pérdida del glaciar", advirtió el investigador.
En 25 años, el Upsala "perdió ocho kilómetros de su lengua terminal", dijo, y exhibió imágenes de 1928, cuando "todo el valle estaba cubierto de hielo"; de 2004, con ese espacio convertido en lago, y actuales, que muestran "cómo sigue el retroceso, de 800 metros a un kilómetro en los últimos cuatro años"
En Tierra del Fuego, el glaciar Martial, que proporciona "el 80% de los recursos hídricos a la ciudad de Ushuaia", de 1850 a 1943 redujo su frente "a menos de la mitad", y de sus cuatro cuerpos, tres también lo harán para 2010, 2030 y 2045, estimó.
"El cuarto tal vez sobreviva una par de décadas más, porque está más oculto del sol", pero la provincia deberá hacer "inversiones para resolver el problema del agua" cuando ya no exista, señaló.
Tampoco contará con el atractivo turístico "cuevas del Alvear", en el monte homónimo, donde las cavernas de hielo casi han desaparecido, porque el glaciar se retiró y la morena donde terminaba está ahora a cuatro kilómetros del frente, lamentó.
El cambio climático también hizo lo suyo en el Parque Nacional Nahuel Huapi (en Río Negro), sobre los glaciares Río Manso y Castaño Overo.
El primero, uno de los pocos a los que en 1972 se podía llegar en auto y tras una caminata de 100 metros, inició su destrucción en 1977, y en 1982 había retrocedido cientos de metros.
En 1988, gran parte se había convertido en un lago con témpanos flotantes y en 2002 el frente de hielo colapsó por completo y los témpanos desaparecieron por fusión.
Del Castaño Overo, afirmó: "En 1975, en la Unión Soviética, predije su desaparición en nueve años", y en 1986 el glaciar había desaparecido junto con "su ecosistema, único en el mundo".
Rabassa estimó que los glaciares de la Patagonia sufrirán drásticos cambios en los próximos 20 o 30 años y que "los hielos continentales se reducirán a su mínima expresión".
Fuente: Télam