—De los aspectos vinculados con la salud de las y los adolescentes evaluados para este informe, ¿cuáles aparecen relacionados con la vulnerabilidad económica y social?
—De los aspectos vinculados con la salud de las y los adolescentes evaluados para este informe, ¿cuáles aparecen relacionados con la vulnerabilidad económica y social?
—Cuando observamos la distribución geográfica de los principales problemas que afectan a los y las adolescentes vemos que son las jurisdicciones con menos recursos económicos las que presentan mayor incidencia. La inequidad consecuente es un problema complejo y solemos observar distintos aspectos de la misma, tanto desde la salud, como desde educación y otros que hacen al ejercicio de derechos. Cuando un derecho humano básico no se cumple, todo el conjunto de derechos se pone también en riesgo, de modo que la salud integral está en riesgo en situaciones de vulnerabilidad. El embarazo en adolescentes y, dentro de éste, los embarazos de jóvenes menores de 15 años es un ejemplo, teniendo en cuenta que en este grupo la incidencia de abuso sexual es muy importante.
Otra vulnerabilidad a tener en cuenta es el género, por ejemplo la alta tasa de muertes por causas externas en adolescentes varones (suicidios, accidentes, homicidios) está ligada a las formas en que se construye y vive la masculinidad.
—¿Qué incidencia tiene el embarazo adolescente en la Argentina respecto de otros países de la región y del mundo?
—La incidencia de embarazos se mide en tasas. Para la Argentina, la tasa de fecundidad de mujeres de 15 a 19 años fue de 65 x 1.000 (65 nacidos vivos cada 1.000 mujeres adolescentes) en 2014, se ubica por encima del promedio mundial que se estima en 45 x 1.000 y es similar a la media para América Latina y el Caribe (65 x 1.000).
Comparando puertas adentro de Latinoamérica, la Argentina está detrás de Cuba (46 x 1.000), Chile (48 x 1.000), Colombia (52 x mil), Uruguay (57 x 1.000), Perú (50 x 1.000) y México (63 x 1.000) mientras que nuestros indicadores se encuentran apenas mejor que Brasil (67 x 1.000) y Bolivia (71 x 1.000). Para los recursos económicos, educativos y legales que posee Argentina, ya que contamos con legislación de avanzada en educación sexual, derechos sexuales y protección de niños niñas y adolescentes (NNyA), estos números no deben ser aceptables. Mientras que otros países muestran mejoras en su evolución, nuestro país se mantiene estable.
—¿Cómo se puede trabajar la prevención de suicidios entre adolescentes?
—Si bien es un campo sobre el que aún se desconoce mucho, hay acciones a las que se puede recurrir en distintos niveles: brindar atención adecuada a los intentos de suicidio y su seguimiento por parte de equipos apropiados; mejorar la respuesta en intentos de suicidio y su registro en el sistema de salud y en el educativo; involucrar a las áreas de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes; identificar a las personas con psicopatología severa y brindarles un acompañamiento adecuado; generar análisis científico, cuidadoso y confidencial de las circunstancias que acompañaron a un suicidio y brindar información cuidada de los casos a la población siguiendo los lineamientos del Ministerio de salud de la Nación (MSAL) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El suicidio adolescente suele ser un tema que se evita en los medios por temor a un “efecto contagio”. No obstante, los medios de comunicación tienen un rol importante a la hora de desarmar mitos en la población
—¿Cómo se ubica la provincia de Santa Fe en relación con el resto del país en las materias analizadas para este informe?
—Hay datos que no se encuentran desagregados por provincia, pero si miramos los datos producidos por la Dirección de Estadísticas de Salud del MSAL (deIS) el porcentaje de nacidos vivos de madres adolescentes de Santa Fe se encuentra por encima de la media nacional: 16,3 vs. 15,7 (que es el promedio nacional).
Si lo analizamos desde las tasas se encuentra cerca del promedio. Pero si observamos la tasa específica para adolescentes entre 10 y 15 años Santa Fe se encuentra entre las provincias con más altos valores, cuestión a tener mucho más en cuenta debido a su relación con el abuso sexual. La mortalidad general de adolescentes en la provincia es alta: de 7 adolescentes fallecidos cada 1.000, mientras que el promedio nacional se encuentra en 5,5.
Si bien la tasa de suicidios parece baja, la provincia tiene el inconveniente de que en los registros hay un número alto de fallecidos por causa indeterminada que puede estar ocultando un número mayor de suicidios no registrados adecuadamente.
—¿Existe un rol activo de las escuelas en el tema de salud adolescente y prevención de enfermedades, de embarazos no deseados, etc.?
—El informe no se refiere a este punto; sin embargo es indudable que existe un rol del sistema educativo, que se desprende del hecho de que la mayoría de los chicos y chicas se encuentran en la escuela. La vida cotidiana con sus problemas y preocupaciones pasa muchas veces delante de los adultos que se encuentran en el sistema que, al enterarse, pueden facilitar el acceso a la solución de problemas ya que son los que tienen más experiencia y conocen cuáles recursos están disponibles. El acceso a la información es indispensable y por lo tanto la implementación real del Programa de Educación Sexual también lo es. Al mismo tiempo y sobre todo, la información de cómo obtener los recursos que están disponibles como, por ejemplo, una consulta, un test de embarazo, etc. Unicef apoya el desarrollo de asesorías de salud en escuelas secundarias, lo que implica capacitar a adultos del equipo de salud o del sistema educativo para que puedan ofrecer una escucha confiable orientada a la resolución de problemas y faciliten la llegada al sistema de salud si es requerido.