EFE
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La nueva reina de Wimbledon, la estadounidense Serena Williams (6-4 y 6-4 sobre Garbiñe Muguruza, en una hora y 22 minutos), ha dado este sábado en la pista central del All England Tennis Club de Londres un paso más en el objetivo que se marcó a comienzos de temporada: conseguir el Grand Slam.
En su palmarés figuran seis Abiertos de Australia (2003, 2005, 2007, 2009, 2010 y 2015), tres Roland Garros (2002, 2013 y 2015), seis Wimbledon (2002, 2003, 2009, 2010, 2012 y 2015) y seis Abiertos de Estados Unidos (1999, 2002, 2008, 2012, 2013 y 2014), pero nunca consiguió reinar en todos los ‘majors‘ en un solo curso.
Serena Jamenka Williams (Saginaw, Michigan, 1981), de 175 centímetros de altura y 68 kilogramos de peso, según los datos oficiales, es un verdadero ‘fenómeno de la naturaleza‘, un atleta que ha ido superando metas hasta ubicarse entre las mejores tenistas de la historia.
A sus 33 años ha vuelto a dominar Wimbledon y a poner de relieve de nuevo la supremacía mostrada en las canchas de Melbourne y de París en este 2015.
Serena se ha colocado a un triunfo en Flushing Meadows (Nueva York) de igualar a tres de las más grandes en este deporte: la alemana Steffi Graf, la australiana Margaret Court y la estadounidense Maureen Connolly.
Fue esta última, conocida como ‘Little Mo‘, la primera en conseguir reinar en los cuatro ’grandes’ en un mismo año: lo hizo en 1953, con 18 años, dos antes de verse obligada a dejar el tenis tras sufrir una inoportuna lesión haciendo equitación.
Hubo que esperar hasta 1970 para ver a otra tenista hacerse con el ’póquer’ de títulos en una temporada: fue Margaret Court, vencedora en 24 Grand Slam -más que nadie en la historia del tenis-.
Esta tenista de pelo corto y derecha poderosa dominó el tenis femenino desde comienzos de la década de 1960 hasta mitad de los 70, ganando en esos 15 años once Abiertos de Australia, cinco Roland Garros, tres Wimbledon y cinco US Open.
En 1988, la alemana Steffi Graf se convirtió en la tercera y última jugadora en la historia en hacer el Grand Slam, y aunque se quedó cerca en 1989, 1993, 1995 y 1996, cuando ganó tres de los cuatro ’grandes’ en juego, no pudo volver a igualar la hazaña que consiguió con solo 19 años.
De llevarse el título en Nueva York en septiembre, donde ya se ha coronado en seis ocasiones, Serena se convertiría en la tenista de más edad en lograr el ambicioso Grand Slam.
Nacida un 26 de septiembre de 1981 en Saginaw, un pequeño pueblo de 56.000 habitantes ubicado en el estado de Michigan (EE.UU), Serena creció con su principal modelo en casa, su hermana Venus, con quien se lleva poco más de un año de diferencia y que se ha convertido en su principal compañera.
Cuando tenía cuatro años, la familia se mudó a Compton, en California (EEUU), una ciudad conocida por la violencia que se vive en sus calles y que fue donde ya empezó a recibir sus primeras lecciones de tenis.
La práctica de este deporte continuaría también en West Palm Beach, en Florida (EE.UU), lugar al que se trasladó de nuevo toda la familia con nueve años, y momento desde el que su carrera en este deporte comenzó a tomar forma.
Su padre, Richard Williams, fue el preparador y consejero tanto de Venus como de Serena desde los inicios de su andadura en el tenis, que llevó a ambas al circuito profesional con tan solo un año de diferencia.
Profesional desde el año 1995, la carrera de Serena estalló en 1999, cuando ganó su primer título del Abierto de Estados Unidos. No obstante, el nombre de la menor de las Williams no comenzó a destacar en el circuito hasta cuatro años después.
Quizás uno de los mayores logros de la estadounidense es haber vuelto a su mejor nivel tras someterse a un tratamiento de emergencia por un coágulo de sangre en uno de sus pulmones en marzo de 2011, lo que la mantuvo varios meses fuera del circuito.
Con su victoria de hoy, 13 años después de su primer triunfo en Londres, la menor de las hermanas Williams acumula 67 títulos individuales y 22 de dobles en su carrera, 21 de ellos de Grand Slam en categoría individual.