DPA
La posibilidad de que el copiloto de Germanwings sufriese un trastorno psicológico no es la única pista que se está investigando en el siniestro del avión que el martes causó la muerte a 150 personas en los Alpes franceses, según dijo hoy un investigador francés a una televisión de su país.
‘Por el momento no se puede descartar la hipótesis de un fallo técnico‘, dijo Jean-Pierre Michel, que trabaja con los investigadores en Düsseldorf. Las investigaciones prosiguen, pero siguen faltando ‘detalles técnicos‘, añadió el investigador.
La Oficina Federal de Aviación de Alemania informó hoy que ha inspeccionado el expediente del copiloto de 27 años, investigado por supuestamente haber estrellado de forma intencionada el Airbus en los Alpes franceses.
‘Hemos revisado los documentos y hemos transmitido oralmente a la Fiscalía las correspondientes informaciones‘, informó a la agencia dpa Holger Kasperski, de la Oficina Federal de Aviación.
‘No hay nada más que decir al respecto actualmente‘, afirmó Kasperski. ‘Cualquier otra cosa podría dañar las investigaciones‘, agregó, al mismo tiempo que no quiso confirmar si en las actas del copiloto se habían incluido las siglas SIC, un código que implica que la persona debe ser sometida a análisis médicos regulares.
La Fiscalía alemana informó el viernes de que el joven estaba de baja médica el día del accidente y lo ocultó a la empresa y a sus compañeros.
Un hospital en Düssdeldorf confirmó además que había tratado al copiloto, pero negó que fuese por depresión, tal como informaron algunos medios antes.
Según los investigadores franceses, el joven se encerró en la cabina y provocó deliberadamente el accidente causando su muerte y la del resto del pasaje.
Francis Kefer, del club de vuelo de la localidad francesa de Sisteron, dijo hoy a dpa que el copiloto viajó a menudo de adolescente a la zona del siniestro, en los Alpes franceses.
De muchacho conocía bien la zona a la que viajó con sus padres, que acudieron a la localidad francesa con su club aéreo, dijo Kefer en Sisteron, a unos 40 kilómetros al oeste del lugar donde se estrelló el avión el martes.
‘Entre 1996 y 2003 el Club de Montabaur vino aquí regularmente‘, señaló Kefer, que precisó que no tuvo contacto directo con la familia.
En tanto, en la catedral de Notre-Dame-du-Bourg, en el vecino municipio de Digne-les-Bains, cientos de personas se reunieron para recordar a las víctimas.
Ante el altar de la catedral románica, totalmente llena, se prendieron 150 velas en recuerdo de cada uno de los fallecidos.
Digne-les-Bains está a solo unos kilómetros del lugar del accidente.
Mientras, los trabajos de rescate se reanudaron esta mañana. Los rescatistas se concentran en recuperar e identificar los cadáveres, así como en asegurar el lugar del accidente en un terreno muy complicado a una altitud de 2.000 metros.
Hasta el momento se han recuperado entre 400 y 600 restos humanos. Todos ellos han sido enviados a laboratorios para el correspondiente análisis.
Patrick Touron, que dirige las tareas de rescate, dijo que la información sobre la identificación de las víctimas no se hará pública hasta que concluyan los esfuerzos.
Touron señaló asimismo que se sigue buscando la segunda caja negra del avión de la filial de Lufthansa, que graba los datos técnicos sobre el vuelo y que se espera arroje luz sobre el accidente.
Las autoridades alemanes indicaron que se celebrará un funeral el 17 de abril en Colonia con la presencia de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente Joachim Gauck.