José Luis Pagés
La casa de un fiscal fue desvalijada en el residencial barrio de Guadalupe al tiempo que otros vecinos de la cuadra corrían idéntica suerte. Poco después una banda incursionó en los departamentos del Sigma I, edificio del barrio Candioti donde residen conocidas familias de nuestro medio.
También entre bulevares, frente a la plaza Constituyentes, otros delincuentes se tomaron su tiempo para hacer un trabajito en el establecimiento cafetero Berkel. Pero por si esto fuera poco la mano del fantasma de la inseguridad pública también alcanzó el corazón de la ciudad durante el fin de semana.
Precisamente cuando se hacía público que algunos sospechosos habían sido arreados por los agentes de las TOE en el marco de la investigación de uno de los casos de secuestro extorsivo que tanto dieron que hablar, incluso en el ámbito legislativo, alguien sopló otra pieza del tablero.
Justamente frente al histórico edificio que frente a Plaza San Martín ocupan la Jefatura de Policía de la Provincia y la Secretaría de Seguridad Pública el señor “Manos Anónimas” se llevó un automóvil con rumbo desconocido.
La denuncia relacionada con la sustracción de ese vehículo -un Fiat Siena de color gris-, quedó registrada en la Seccional 1ra. y ,según fuentes confiables, la presentación del caso fue realizada por el propio jefe de las Tropas de Operaciones Especiales porque el sustraído es un auto que está bajo caución judicial y al servicio de la repartición policial.
Dada la simultaneidad de estos y otros episodios especialmente irritantes en distintos ámbitos a cualquiera le está permitido imaginar que los mismos no serían del todo ajenos a una guerra solapada que algún clan policial inició para retener o conquistar su propio espacio de poder dentro de la institución.
Mientras tanto, conjeturas al margen, la inseguridad se palpa a diario en los barrios más pobres y desprotegidos de nuestra ciudad. Basta decir que hoy, alrededor de las ocho de la mañana, dos delincuentes le rompieron una pierna a Daniela Sorbento (34), al momento de robar su moto en calle Cafferata al 9700.