Nicolás Loyarte nloyarte@ellitoral.com colaboración Josefina Gómez jgomez@ellitoral.com En el balance del año de Atahualpa Larrea sobran motivos para brindar este 31 de diciembre. Con 8 años, se propuso perfeccionar el ajedrez aprendido tras la inundación de abril de 2003, cuando perdió todos sus juguetes y descubrió el juego en una vidriera del centro. Pero no se quedó ahí. Atahualpa participó de dos torneos argentinos de ajedrez, un panamericano en Camboriú, un sudamericano y fue invitado al mundial realizado en octubre en San Luis, donde dialogó con el campeón mundial, el búlgaro Veselin Topalov. No conforme con semejante cosecha, a mediados de Agosto 'Ata' fundó junto a los vecinos de su barrio, Santa Rosa de Lima, una Liga Barrial de Ajedrez, donde enseñan gratis el deporte a más de 80 chicos del cordón oeste de la ciudad. El Concejo Municipal lo declaró Santafesino Destacado el 22 de septiembre pasado. Por todo esto y por el empuje que le pone a cada objetivo, Atahualpa Larrea simboliza la esperanza de muchos para el 2006. El Litoral.com le preguntó acerca de sus sueños. Atahualpa Larrea Este año fue muy positivo, ya que cumplí todos mis sueños. He podido ir a los campeonatos argentinos, al panamericano, al sudamericano, y también me acuerdo de un sueño que cumplí. Un día le dije a mi padre: 'Yo quiero hacer una escuelita de ajedrez', y lo logré. Porque los sueños que se dicen, y que se comparten muy a menudo se hacen realidad. Y uno de mis más grandes sueños, que podría ser el primero, era el mundial de ajedrez. He podido ir y hablar con el campeón del mundo, y le envié una carta donde le pedí que algún día venga a mi escuelita de ajedrez. ¿Pudiste hablar con él? Sí, pude hablar cara a cara. Se llama Veselin Topalov, es el campeón del mundo aclara orgulloso-. Fue durante el mundial, en Octubre, realizado en Potrero de los Funes, San Luis. Era el mundial y él (Topalov) fue el campeón. También me dio su autógrafo. Ahí conocí a todos los grandes, y los miré y admiré, porque era mi sueño. Ata, ¿qué soñás para el año que comienza? Bueno, yo voy a seguir estudiando, voy a seguir jugando al ajedrez, porque hoy en día es mi pasión, y voy a seguir esforzándome. ¿Ya sabés qué querés ser cuando seas grande? Quiero ser constructor como mi papá y verificador de obra. ¿Qué gesto de qué persona te gustó durante todo este año? En este momento me acuerdo de todas las personas que me han saludado por la calle, que me han alzado y apoyado. Desde el cariño hasta el apoyo. Recuerdo gente de acá, y hasta gente de lugares lejísimos. Por ejemplo la gente de Camboriú, a Rubén Speratti, que siempre lee el diario El Litoral.com y por eso me gusta nombrarlo. Él me dio el hospedaje y siempre me acompañó en todas las partidas del Panamericano. ¿Cuáles son tus deseos para el 2006? Mi deseo es que los chicos puedan comer, puedan vivir felices junto a sus padres, y puedan estudiar. ¿Te acordás en qué juguetería te compraste el primer tablero de ajedrez? No era en una juguetería. Después de la inundación estábamos con mi mamá y mi papá en una casa completamente vacía, sin nada, tenía un colchón tirado en el suelo con una frazada, y el primer juego de ajedrez lo compré en un bazar del centro. Iba con mi mamá cuando lo vi en una vidriera y le pregunté: '¿qué es eso?', me respondió que era un juego de ajedrez. '¿Me lo comprás?'. Entonces todas las noches jugábamos al ajedrez hasta que nos agarraba el sueño y nos íbamos a dormir. ¿Te gustaría enseñar ajedrez? Uno de los deseos que me faltaba era lo que me preguntaste recién. Yo les quiero enseñar todos mis secretos a los chicos de la Liga Barrial de Ajedrez. Para que luego tengan un nivel ajedrecístico muy bueno. ¿Por qué recomendarías a alguien que no sabe jugar ajedrez que aprenda? Bueno, el ajedrez tiene muchas cosas de bueno. Ayuda a la mente, enseña a leer, enseña geometría, matemáticas, enseña historia, leyendas, eso y muchas cosas buenas y lindas.