Los restos del escritor Mario Benedetti, quien falleció el domingo a los 88 años en su casa de Montevideo, eran depositados esta mañana a las 10 en el Panteón Nacional del Cementerio Central de la capital uruguaya, mientras que numerosas personas acudieron en las últimas horas a despedirlo al velatorio realizado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.
Este último acto oficial, que está organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, tenía como únicos oradores a la Ministra Ing. María Simon, al Director Nacional de Cultura, Dr. Hugo Achugar y al músico Daniel Viglietti, quien compartió con Benedetti varios proyectos artísticos y una profunda amistad.
De esta forma, el prolífico creador recibía el adiós definitivo. Pero la despedida sólo será de este mundo físico porque su obra, su calidez humana, seguirán sustentando una presencia que deberá medirse en un presente permanente.
Crónica del último día
A pesar del clima lluvioso con que amaneció ayer la capital uruguaya, cientos de personas aguardaron desde las primeras horas de la mañana a que abriera la capilla ardiente para testimoniar su adiós al autor de ‘La tregua‘ y ‘Gracias por el fuego‘, entre otras obras, quien era uno de los principales exponentes de las letras latinoamericanas.
Poco después de que el féretro con los restos del poeta fuera colocado en el amplio Salón de los Pasos Perdidos, junto al escudo de Uruguay, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, se hizo presente para saludar a los familiares y amigos, acompañado por el vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa.
‘Hombres como Mario nunca mueren, se siembran‘, dijo Vázquez antes de retirarse del recinto parlamentario, donde paulatinamente comenzaban a llegar numerosos ciudadanos a despedir a Benedetti, quien fue velado durante toda la jornada.
El gobierno decretó duelo nacional y las banderas en los edificios oficiales permanecen a media asta por el deceso de Benedetti, quien falleció en su casa después de haber sido hospitalizado en cuatro oportunidades durante el último año y medio a causa de una dolencia intestinal crónica que se fue agravando.
El cantautor Daniel Viglietti, que fue amigo del autor de ‘La tregua‘ y ‘Montevideanos‘ y puso música a varios de sus poemas, fue de los primeros en ubicarse frente al féretro junto a otras figuras de la cultura, la política, líderes sindicales, estudiantes y personas de diferentes generaciones.
Benedetti -autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine- fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005).
Exponente de la denominada ‘Generación del 45‘ con Juan Carlos Onetti (1909-1994) y nacido en Paso de los Toros (Tacuarembó) el 14 de septiembre de 1920, entre las obras más destacadas del uruguayo figuran ‘Gracias por el fuego‘ (1965), ‘los cuentos de Con y sin nostalgia‘ (1977), ‘Los poemas de Viento en el exilio‘ (1981) y piezas teatrales como ‘Pedro y el capitán‘ (1979).
Entre las personalidades que evocaron al poeta se encuentra el escritor Eduardo Galeano, quien indicó a los medios que ‘Benedetti‘ en italiano significa ‘benditos‘, y acotó: ‘Lo único que puedo decir es benditos los hombres y mujeres generosos como él‘
‘Yo no sólo soy enemigo de la inflación monetaria, sino también de la inflación ‘palabraria‘. Y me parece que el dolor se dice callando‘, aseguró el autor de ‘Las venas abiertas de América Latina‘.
Las palabras de homenaje y recuerdo llegaron de varios países, entre ellos de España donde vivió varios años exiliado, primero en Palma de Mallorca junto a su mujer y después en Madrid, donde entró en contacto con destacados intelectuales españoles.
‘Poesía trunca que no era. Poesía revolucionaria latinoamericana‘ fue uno de los poemarios que escribió durante el tiempo que vivió en España.
Terminado su exilio, el escritor siguió pasando temporadas en territorio español, donde recibió galardones tan importantes como el Premio Reina Sofía de Poesía, en 1999, y el Premio Internacional Menéndez Pelayo, en 2005.
En estas horas de duelo, el país europeo lo recuerda y lo llora como una segunda patria. Allí cosechó amigos y seguidores -entre ellos Joan Manuel Serrat, quien puso voz a muchas de sus letras- y los premios más importantes, entre ellos el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 y el Menéndez Pelayo, en 2005.
‘Vivo con la pena de perder un amigo que no voy a poder volver a ver, cuando regrese a Montevideo no lo voy a encontrar y estos vacíos que me va creando la vida cada vez son más complicados de sobrellevar, a pesar de que uno entienda muy bien que el camino es éste y que no hay otro‘, manifestó Serrat.
Precisamente, Serrat musicalizó versos de Benedetti en el álbum ‘El sur también existe‘, donde además del poema homónimo incluía gemas como ‘Una mujer desnuda y en lo oscuro‘. El argentino Juan Gelman dijo a Télam que ‘es muy difícil separarse del dolor de la muerte de un querido compañero de medio siglo para hablar de él o de su obra. Sé que a centenares de miles de personas les pasa lo mismo‘.
‘Sé que su poesía directa aún hoy llega al corazón de los jóvenes y sé que esa poesía ha abierto el camino de otros poetas‘, señaló Gelman, profundamente conmovido.
Por su parte, el escritor portugués afincado en Lanzarote y premio Nobel de Literatura en 1998, José Saramago, alabó la categoría literaria y la dimensión humana del escritor uruguayo y dijo que ‘era un carácter humano extraordinario‘.
‘Hemos perdido y hemos ganado porque están ahí sus libros, que afortunadamente nos sobreviven‘, aseguró el autor de ‘La caverna‘ y ‘Memorial del convento‘.
Télam