Por Guillermo Pez
¿Casualidad? ¿Azar? ¿Vueltas del destino? Lo cierto es que en 2008 se cumplen 20 años de la edición de "Patria o Muerte", uno de los mejores discos que parió el Rock Argentino gracias a DON CORNELIO (ya sin LA ZONA en su denominación) que contenía obras maestras como "Tarado y Negro", "Realmente", "Patearte hasta la muerte" y "Soy el Visitante". Trabajo que lamentablemente pasó desapercibido, como toda obra adelantada a su época.
Un poco más tarde de lo anunciado, Palo salió al escenario con su habitual sencillez. Sin apelar a la demagogia o a la obsecuencia, se encargó de deleitar a la nutrida concurrencia que asistió al Living 33.
Una guitarra, su inconfundible registro vocal y su excelente repertorio musical fueron sus únicas armas.
El comienzo tuvo un tono más intimista que paulatinamente fue aumentando hasta culminar en un auténtico clima festivo.
Durante poco más de hora y media, Pandolfo interpretó 28 canciones con "Siete Vidas" y "Las Nenas" (dedicada a sus hijas) como puntapié inicial. La velada continuó con temas de DON CORNELIO ("Cabeza de Platino", "Ella vendrá" y "Cenizas y Diamantes", que marcaron un emotivo momento para quienes crecimos con esta sensacional agrupación en los '80); canciones de LOS VISITANTES ("Sangre" -luego reversionada en 2006 para el film de Pablo Trapero "Nacido y Criado"-, "Mamita Dulce", "Que se abra Buenos Aires", "Antojo", "La Pachamama" y la insistentemente pedida "Tanta Trampa"); composiciones de su etapa solista (en donde sobresalió "El Grito del Chimango", un aire de chacarera según palabras de Palo que formará parte de su próxima placa discográfica); y versiones de "Karma Police" de RADIOHEAD y de un tema compuesto originalmente por la legendaria agrupación folklórica chilena QUILAPAYÚN.
El cierre estuvo a cargo de "Estaré" y la algarabía fue indescriptiblemente extática. Una cálida y emotiva ovación coronó una jornada exquisitamente imborrable.
Un Tren Musical para gozar, volando y olvidando el gris atardecer santafesino que fue el marco del debut de Palo Pandolfo en la otoñal ciudad de Santa Fe.