Por estas horas, parte de la comunidad educativa de la Escuela 2025, Ceferino Namuncurá, trata de encontrar alguna solución para un conflicto que estalló entre dos alumnas de la institución.
El episodio, que bien podría encuadrarse como uno de los cientos que a diario ocurren en la ciudad, alcanzó ribetes violentos cuando en la historia entraron a participar los familiares y amigos _todos mayores de edad- de las involucradas.
Las protagonistas de los desencuentros son una chica, de 17 años, alumna de 4to. año, y una jovencita, de 14, que cursa el 2do. Año.
En la calle
La secuencia comenzó la tarde del miércoles, aproximadamente a las 16, y se desarrolló a una cuadra de distancia del colegio, sobre la avenida 12 de Octubre.
En dicho sector, la joven de 17 años fue atacada a golpes por parte de un grupo de personas, todos mayores de edad. En dicha circunstancia, la menor resultó con algunas heridas cortantes y contusiones de carácter leve.
Poco después, ambos grupos de familia coincidieron en la seccional 7ma. _interviene por jurisdicción_ donde quedaron labradas las denuncias con acusaciones recíprocas.
Ya en horas de la noche, la escuela tomó conocimiento de lo ocurrido cuando un agente llegó hasta el establecimiento y notificó que en la seccional se inició una causa caratulada como ``riña callejera''.
Atento a ello, las autoridades del colegio impusieron de la novedad a la directora, quien a su vez hizo lo propio con la representante legal.
Lo que siguió _el jueves_ fue una seguidilla de apariciones de familiares de las involucradas en la escuela.
En sintonía con los pasos previos, unos y otros siguieron lanzándose acusaciones mutuas, ante las distintas autoridades que escuchaban con atención el caso.
Sentada
Cada capítulo de esta ``novela'' se desarrolló delante de los demás alumnos del colegio, y el ``pase de factura'' no tardó en llegar.
El jueves a la tarde, éstos acompañados por sus padres realizaron una sentada frente al establecimiento. Amenazaron con no ingresar si no se tomaban medidas que mejoren la seguridad.
A partir de entonces, las autoridades iniciaron una negociación que llegó a feliz término poco después cuando los estudiantes ingresaron y prosiguieron con sus actividades con normalidad.
El contexto
Claudia Picco y Marcela Girolimetto son las vicedirectoras de la escuela. Consultadas al respecto dijeron que ``lo que pasó con estas alumnas no está ajeno a lo contextual de lo que ocurrió siempre en el barrio. Aquí, las situaciones violentas son cosas de todos los días. Todos sabemos que nuestra ciudad cambió.
``Sin ir más lejos ayer, la tesorería de la escuela primaria sufrió un robo. Les llevaron dinero y objetos de valor. También es común que tengamos que arreglar vidrios u otros elementos por acciones vandálicas'', agregaron.
Con relación al incidente en sí, las docentes explicaron que por el momento se decidió cambiar de turno a las chicas para evitar algún encontronazo. De todos modos, hay otras acciones de carácter comunitario como para encarrilar la situación''.
``Indicaron que la escuela está en la búsqueda de alguna respuesta, pensando propuestas alternativas'', culminaron.