“Hace cuatro años que tengo una verdulería en Chalet y noto que los vecinos son muy solidarios entre ellos. Es un barrio seguro, si bien hay arrebatos en la calle por suerte nunca me robaron. Se trabaja bien, la gente compra. Como algo a mejorar, podría decir que las calles son un desastre”.
Graciela Avalione, vecina de San Lorenzo. “Fue un barrio muy castigado por las inundaciones de 2003 y 2007. Las secuelas se manifiestan en alergias, gastroenteritis frecuentes y parasitosis. El equipo de salud sumó a psicólogas porque mucha gente quedó mal por las pérdidas afectivas. Desde cuestiones anímicas hasta chicos que, por temor, lloran cuando llueve”. Cristina Moreira, enfermera.