Buenos precios, excelente calidad y variedad parecen ser los motivos por los que, según los nuevos puesteros, todos los santafesinos deben acercarse al remozado y recuperado Mercado Norte.
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Productos frescos, mucha variedad y buenos precios constituyen algunas de las propuestas del Mercado Norte. “Tratamos de darle calidad y buenas opciones a la gente y de seguir con la tradicional idea de mercado que se maneja a base de oferta y demanda”, cuenta Alejandro Verdú.
La del Mercado Norte es una de las construcciones más hermosas que tiene la ciudad. Una de aquellas perlas que obsequia la arquitectura santafesina cuando se camina por las calles. Fue levantada a principios del siglo XX, cuando Argentina atraía a miles de inmigrantes europeos y Santa Fe cumplía un papel protagónico en el desarrollo económico del país con su puerto, sus ferrocarriles y su vasto territorio agrícola.
En 1927, surgió la idea de ubicar al Mercado Norte en este terreno delimitado por las calles Santiago del Estero, Francia, Obispo Gelabert y Urquiza. Y en 1929, fue inaugurado oficialmente, no sólo con la finalidad de abastecer de alimentos a la población sino también para ofrecer una significativa fuente de empleo traducida en la apertura de casi noventa puestos.
Y se logró. El trabajo era intenso, la actividad comenzaba en horas de la madrugada y se extendía hasta la tarde. Proveedores, puesteros y clientes llenaban de vida al viejo Mercado.
Pero como es sabido, la situación económica de la región sufrió varios golpes a lo largo de las siguientes décadas. Las costumbres de consumo cambiaron radicalmente en los noventa y muchas de estas construcciones que alguna vez fueron símbolo de progreso, quedaron confinadas al abandono o incluso fueron demolidas.
Durante años, los santafesinos se acostumbraron a convivir con este olvidado edificio ubicado en la zona del macrocentro. Pero poco a poco fue surgiendo en dirigentes de la ciudad el convencimiento de que algunos sitios merecían ser recuperados, no sólo en honor a lo que alguna vez fueron sino también como nuevas opciones para sus actuales vecinos.
Una segunda oportunidad
Fue así que en el año 2009, la Municipalidad impulsó un proyecto de recuperación que fue seleccionado entre 250 de otros gobiernos del mundo para ser financiado por la Comisión Europea. El renacimiento del Mercado se ponía en marcha...
En 2010, se habilitaron los locales exteriores y se refinó la fachada, sorprendiendo con su belleza a todas las personas que circulaban por la zona. Y este año, finalmente se inauguró la nave central. Allí, y también en los comercios cuyos ingresos dan a la calle, pueden encontrarse locales dedicados a la venta de frutas y verduras, productos regionales, comidas saludables para llevar, una carnicería, una farmacia, un restaurante y un supermercado.
La propuesta que todos estos puestos comparten es la de ofrecer productos frescos, de calidad y a buenos precios. En una época en la que muchas cosas aumentan y otras parecen no valer nada, los santafesinos comenzaron a sentir el orgullo que sólo puede generar el hecho de volver a las raíces. En este caso, al tradicional Mercado Norte.
postal de ayer
En 1998, El Litoral publicaba una nota titulada Un mercado que agoniza, en la cual se reflejaba que en un edificio construido para 87 puestos sólo se mantenían siete locales abiertos. Por entonces, el Mercado Norte se desangraba lentamente. En 2007 cerró sus puertas definitivamente. foto: archivo el litoral
postales de hoy
Los puesteros cuentan que al nuevo Mercado no sólo lo visitan los vecinos, sino también gente de otros barrios. “Es como volver a la feria”, explican. Hoy funcionan en sus instalaciones más de 20 locales con productos de todo tipo. Hay negocios en el interior del edificio y también otros cuyos ingresos dan a la vereda.
Horarios de atención. El mercado funciona de lunes a sábado de 8.30 a 12.30 y de 16.30 a 20.30. Los domingos y feriados abre de 9 a 13.