"Y ahora, ¿qué estudio?": consejos para aprender a elegir una carrera
El psicopedagogo Ariel Zerva nos ayuda a despejar las dudas más frecuentes que surgen durante la última etapa del secundario entre aquellos jóvenes que quieren seguir estudios universitarios o terciarios, pero no lo tienen del todo claro.
"Y ahora, ¿qué estudio?": consejos para aprender a elegir una carrera
La última etapa del secundario se asoma y, junto a ello, se avecina el tiempo de decidir qué es lo que queremos para nuestro futuro. Optar por seguir estudiando es una de las primeras grandes decisiones. Pero ¿qué carrera estudiar? Elegir no es fácil, el menú de opciones es muy amplio. A veces ni siquiera sabemos bien qué es lo que nos gusta. Son tiempos de cambios, descubrimientos e incertidumbre. Y la presión que a veces sentimos de nuestra familia y amigos puede llevar a apurarnos en una elección.
Buscando acompañarte en esta etapa, Educación SF consultó con el psicopedagogo Ariel Zerva, especialista en Orientación Vocacional y magíster en Políticas Públicas para la Educación, para que nos ofrezca una perspectiva más completa a la hora de tomar decisiones. Él nos despejó algunas de las dudas más frecuentes que suelen surgir en este importante momento de la vida.
-¿Cómo puede ayudarme la Orientación Vocacional a elegir qué quiero estudiar?
-Las prácticas de la Orientación Vocacional en sus distintos formatos y propuestas se presentan como una alternativa potente para acompañar a las personas que están pensando sobre sus elecciones y/o cambios en ellas en diferentes momentos de su biografía, pero, fundamentalmente, hacia la finalización de la escuela secundaria. Sostenemos que esta experiencia pueda ser subjetivante, en el sentido que un sujeto pueda escuchar-se y hacer-se cargo de su propio deseo en términos de proyectos presentes y por venir.
Quienes se encuentran finalizando la escuela secundaria transitan por un conjunto variado y superpuesto de procesos. Instancias colectivas de la población juvenil que resuena en cada persona de una manera muy particular, en relación a su historia, las experiencias educativas transitadas, las prácticas deportivas realizadas, los cuestionamientos espirituales suscitados y los desafíos políticos que dan a pensar, por señalar algunas de las variables que entran en juego en un marco mayor desde lo territorial, provincial, nacional e internacional, de determinados tiempos sociales, económicos, políticos, laborales, de ideales y de perspectivas con múltiples caminos por transitar.
En algunas experiencias, se viven estos tiempos de transformación con mucha expectativa, intenciones de novedades y apuesta en aquello por venir; mientras que en otras instancias aparece la angustia como amenaza de caída al vacío de lo desconocido, sin más. Entre uno y otro extremo identificamos una variedad de matices muy amplia en torno a la idea de elegir; instancia que adquiere una serie de significantes no pensados hasta ese momento.
El psicopedagogo Ariel Zerva invita a hacerse preguntas sobre los propios deseos, que inviten recordar experiencias pasadas para ponerlas en relación con lo que acontece en el presente.
Foto: Gentileza
-¿Cómo hago para descubrir lo que me gusta? Y si soy bueno en algo, ¿significa que me tengo que dedicar a eso?
-Elegir supone movimiento, desplazamiento, continuidades y cambios. Podemos decir que tiene que ver con pensar-se cada quien desde lo personal, es decir, nuestros intereses, gustos, habilidades, destrezas, ganas, intenciones; y desde lo social, en el sentido de la interacción con otras personas, situaciones y entornos.
Para elegir resulta muy valioso hacer-se preguntas, preguntarse así y a otros respecto de cada uno de nosotros. Disponer de unos tiempos y unos espacios donde intercambiar entre varios sobre lo que nos está pasando en estos momentos, en relación a la vida y específicamente referido al imperativo de elegir ante la proximidad del cierre de una etapa como lo es la escolaridad obligatoria.
La pregunta potencia la búsqueda y el reconocimiento. Nos favorece el recuerdo de experiencias anteriores que ya habíamos archivado en el olvido y las pone en relación con lo que acontece en el presente, con la intencionalidad de construir algunas posibles líneas de acción por dónde seguir caminando, experimentando y aprendiendo.
Las búsquedas identifican caminos no sabidos, no pensados, desconocidos, e intenciones de descubrimiento que se lanzan como oportunidades.
El reconocimiento no va por caminos lineales, sino que, muchas veces, son oblicuos, es decir, que retoma algunos intereses, motivaciones, gustos y hace con eso otra cosa diferente y es en esa diferencia que la construcción de proyectos se empiezan a delinear como boceto de un dibujo.
Gustos son gustos y será nuestro trabajo saber qué lugar le damos a cada uno y en qué relaciones ubicamos a algunos de ellos para transitar instancias de estudio y/o trabajo en ese tiempo que se aproxima, a veces más rápido de lo que quisiéramos.
-¿Si soy de determinada manera, significa que me tengo que dedicar a algo en especial? ¿Una característica de mi personalidad es suficiente para pensar en una profesión?
-Nuestra personalidad no se define por una característica y mucho menos, si hablamos de jóvenes. Como estamos siendo hoy no pre-escribe un futuro. Nuestras características son atravesadas por las experiencias de la vida misma y los modos que vamos construyendo para pensarlas e integrarlas en nosotros, van abriendo caminos inusitados en un tiempo y potenciado en otros.
En las elecciones, nuestra personalidad del presente se pone en juego, así como también aquellas características fantaseadas, soñadas, esperadas para nuestra vida futura.
-Las personas que me rodean opinan qué me conviene hacer. ¿Qué hago con las proyecciones de mi contexto a la hora de elegir?
-Las personas vivimos en sociedad, por tanto, lo que acontece en ella, tiene efectos en nosotros, de forma particular y colectiva. Por esta razón el contexto es una variable importante para considerar al momento de la elección como uno de los potenciadores y/u obstáculos para los proyectos a corto, mediano y largo plazo. Las coyunturas de la época tienen impactos en nuestras elecciones y las formas de pensar esas realizadas y su relación con nosotros aporta elementos para la flexibilidad que implica elegir.
-¿Y qué hago con lo que me dicen en mi familia?
-Los tiempos de elección de las personas jóvenes tienen variadas resonancias sobre las familias, y en momentos de toma de decisiones los proyectos desde los cuales los adultos pensamos a las generaciones que nos suceden florecen fuertemente como disputa de sentidos. Ante esto, es valioso el diálogo intergeneracional como potencia para el pensamiento que retoma lo narrado de las experiencias de otros y las pone a andar con otras personas y en otras realidades y tiempos. La separación entre el deseo que el otro tiene sobre mí y mí deseo es la piedra fundamental de la elección, es allí donde cambiamos de posición respecto a tomar la palabra propia y hacer algo con aquello que nos han brindado nuestros mayores.
"Muchas veces identificamos la vocación y la ocupación como una unidad indivisible; mientras que las experiencias de estudio, así como las de trabajo, son muy variables, variantes y variadas", recuerda el psicopedagogo.
Foto: Mauricio Garín
-¿Cómo diferencio la vocación de la ocupación? ¿Cuánta importancia tenemos que darle a la salida laboral para elegir qué quiero estudiar?
-Muchas veces identificamos "la" vocación y "la" ocupación como una unidad indivisible; mientras que las experiencias de estudio, así como las de trabajo son muy variables, variantes y variadas. En este sentido proponemos pensar en las "entradas laborales" más que en las salidas, que se constituye como otro momento para pensar las elecciones. Ingresar en el universo "económicamente activo" implica empezar a caminar en las relaciones laborales para encontrarlas, conocerlas, experimentarlas, evaluarlas, junto a otros y tomar nuevamente decisiones, a este respecto.
Así como el conocimiento de las materias para estudiar, la dedicación de cada carrera es necesaria para poner en tensión esas actividades con nuestros intereses, gustos e intenciones de hacer.
Cada quien se constituye en sede donde se producen los enlaces entre las intenciones propias y el reconocimiento de los cambios en el mundo del trabajo. El pensamiento oficia de recurso para poner en tensión estos aspectos y la palabra como lugar de inscripción de las conclusiones parciales, en proceso y disponibles para ser revisadas.
Las experiencias transitadas en los estudios superiores y en el mundo de trabajo, junto con otras personas, nos aportan saberes y criterios de análisis desde los que vamos registrando las transformaciones y tomando posiciones ante ellas, lo que equivale a decir, que vamos aprendiendo a expresar nuestros deseos en el hacer cotidiano.
-¿Dónde me conviene empezar a buscar información? ¿Qué tengo que considerar?
-Hoy en día, las redes sociales representan el acceso a información que, inicialmente, resulta muy atractiva para encarar la indagación en relación a la toma de decisiones. La misma será necesaria corroborar con fuentes oficiales de universidades, institutos e instituciones que ofrecen diversidades de propuestas que puedan llamar nuestra atención. En este sentido es inevitable no dejarse flashear sólo por "los nombres" o "los prestigios" o "las ganancias" de las carreras, sino también recorrer el plan de estudios de las mismas, es decir, las materias que se estudian para llegar a los objetivos propuestos y pensar si nos vemos dispuestos a transitar por esos caminos o preferimos otros, relacionados o no. También es muy importante reconocer el campo ocupacional de esas propuestas -carreras por ejemplo-. La pregunta que nos podemos hacer es… qué hace una persona que se dedica a "x" carrera, y una vez que encontramos algunas líneas por donde empezar a responder, pensar si nos sentimos identificados con esas acciones o nada tienen que ver con nosotros y lo que estamos pensando y deseando.
Dialogar con personas que ejercen la carrera y/o los trabajos en los que estamos pensando y buscando, resulta un recurso muy aclaratorio de tantas dudas que nos invaden mientras leemos de qué se trata cada cosa.
A la hora de decidir es necesario reconocer que nuestra vida no depende de "una" decisión, sino que las decisiones van configurando un trayecto por el que creemos que nos interesa empezar a transitar "para ver que onda", para verme allí y pensar y pensar-me con esa experiencia como umbral para otras y nuevas decisiones.
-Si elegí una carrera y después me arrepentí, ¿qué hago para no frustrarme?
-Los procesos y actos de elegir son aspectos propios de lo humano, y en tanto tal se van reconfigurando mientras "los caminos de la vida", como canta Vicentico, van transcurriendo. En ese sentido, podemos advertir que muchas veces hay cambios aún dentro de los cambios ya acontecidos y eso puede generar, entre otras cosas, posiciones relacionadas con la frustración, de ahí que resulta imperioso "desdramatizar" los posibles giros o modificaciones en los proyectos que en un momento pensamos y delineamos; y propiciar nuevas elaboraciones referidas a los caminos por donde queremos andar.
Desde la Psicopedagogía Clínica entendemos que "a elegir se aprende" y los profesionales que nos dedicamos al campo vocacional ofrecemos espacios, tiempos y recursos para trabajar sobre las elecciones y propiciar la toma de decisiones emancipatorias, en tanto expresadas, pensadas, reflexionadas y elaboradas, junto a otro, con la consideración del escenario personal y social, retomando lo pasado, el presente e imaginando el futuro por venir. Elegir implica renunciar a que otro decida en mi nombre; de hacer todo y a la misma vez, mientras que habilita la posición de artífice de aquello que se desea y se trabaja para crear las condiciones necesarias para hacer-lo posible.