de la Redacción de El Litoral
educacion@ellitoral.com
Si el estudiante está a las puertas de la universidad y aún no definió qué estudiar, las sugerencias de las profesionales en este artículo.
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Dejar de angustiarse y actuar:
“Lo más importante a esta altura del año para quién esté en 5to año, es que los adolescentes ‘salgan de su propia cabeza’, dejen de pensar tanto y accionen. Es decir, que se informen, que vayan a conocer las facultades y busquen información sobre las carreras. La mayoría de las universidades tienen un área específica para recibirlos y darles información, pero lo más importante es que no se queden en esa angustia de la indecisión”. (Mariela Cordero)
Apostar a lo que les gusta:
“La segunda recomendación es que apuesten a lo que les gusta, a su propio interés, a su propia vocación porque también suele haber mucha presión sobre la salida laboral futura y la premura por empezar a trabajar; eso a veces entorpece la elección. Hay que tener en cuenta por supuesto la realidad económica familiar, del país, las carreras con mayor o menos apertura de salida laboral, pero en principio lo que tiene que importar a la hora de decirse es aquello que les apasiona, lo que les genera interés, a lo que no pueden renunciar”. (Mariela Cordero)
“¿y si busco un test on line?”:
“La aplicación de técnicas como son los test sólo adquieren significado en el encuentro entre el orientador y el orientado, en ese tiempo y espacio de escucha, en el cual el adolescente despliega sus temores y fantasías y que, en contraste con sus conocimientos sobre profesiones y ocupaciones, le permiten ejercer una elección vocacional, acompañado por el profesional. Es crucial remarcar que no hay ‘soluciones mágicas’ en esto sino que se trata de un proceso, de un recorrido cuyo centro está en el orientado, y no en el psicólogo y sus técnicas”. (Luz Marina Leegstra)
Búsqueda activa de información:
“Hay mucha información online, y los adolescentes leen eso o atienden lo que les dice un amigo, un papá, lo que les parece, y eso genera más confusión. Por ejemplo, una alumna vino hace poco con que estaba definida sobre la carrera y resulta que no se dictaba en la universidad donde supuestamente iba a estudiar. Es decir, hay mucha desinformación que se genera ‘por los dichos de...’. Es importante que los chicos vayan a los lugares idóneos -a las universidades o institutos-, que presencien un clase, hablen con profesionales sobre esas carreras, visiten sus lugares de trabajo, conversen con estudiantes. Es decir, que realicen una búsqueda activa y profunda de información”. (Mariela Cordero)
El rol de los padres
A los profesionales de la psicología, el panorama socio económico actual, signado por los problemas laborales, la exclusión social y el crecimiento de la pobreza nos interpela a nuevas formas de pensar y actuar ante la problemática vocacional, que involucra lo subjetivo pero también lo social.
Luz Marina Leegstra. Lic. en Psicología
Hace falta que se destinen profesionales, tiempos y recursos del Estado a algo tan fundamental como es definir qué hacer el resto de la vida. y más con una adolescencia vapuleada, confundida, dolida, porque tampoco los adultos estamos satisfechos. Es un reclamo de los orientadores desde hace mucho tiempo: la presencia en todas las escuelas de un tiempo de orientación vocacional.
Mariela Cordero. Psicopedagoga
Cambié de carrera y hoy amo lo hago
Marcela Mosquén (Licenciada en Terapia Ocupacional)
Terminé el secundario con especialización en Comercial. Decidí estudiar Ciencias Económicas porque me iba bien en matemáticas y contabilidad. Comencé la carrera y todo iba bien: los exámenes, notas buenas, en fin, todo parecía que era la carrera para mí.
A mitad de tercer año tuve algunas dudas por el esfuerzo que me implicaba estudiar algunas materias. Hice un retiro espiritual y sentí que había un vacío cuando me proyecté en el futuro, lo cual me llenó de dudas. Hablé con personas de confianza que me alentaron a que buscara ayuda profesional. Una psicóloga me hizo orientación vocacional: me ayudó a comprender diferentes aspectos de mí misma y que los sentimientos eran muy importantes en mi vida, más que lo intelectual.
Decidí investigar una profesión dentro del área de la salud, Terapia Ocupacional. Fui a observar a diferentes lugares el trabajo que hacían y eso fue lo que impulsó mi decisión de cambiar de carrera. Esto fue muy difícil para mí sobre todo por el esfuerzo que hacían mis padres, pero al contarles me apoyaron mucho y fue realmente liberador.
Comencé esta nueva carrera con tanto interés y motivación que el estudio fue muy placentero. Gracias a personas que me apoyaron y de que a pesar del miedo que sentía tomé la decisión, hoy amo lo que hago y soy muy feliz. Trabajo como Terapista Ocupacional y soy muy buena en mi profesión. Ahora, más que nunca estoy convencida de que si hacemos lo que realmente nos motiva, seremos exitosos. y si la duda nos invade, pidamos ayuda, porque elegir una profesión es elegir nuestra forma de vivir día a día.