Martes 5.3.2019
/Última actualización 10:41
Entre la introspección de lo gestado hasta el momento, la inmediatez del inicio de un nuevo ciclo lectivo y la avidez que generan unas elecciones que están más acá que allá. La Ministra de Educación provincial ubica su trabajo en algún punto medio de ese entramado compuesto por tiempos y espacios.
Dos mil diecinueve será el séptimo año de Claudia Balagué al frente de este área durante el gobierno del Frente Progresista Cívico y Social. Los cuatro del gobernador actual, Miguel Lifschitz, y otros tres del anterior mandatario provincial, Antonio Bonfatti, que será el único candidato de la alianza en la próxima votación para este cargo.
Su futuro seguirá ligado al de Lifschitz, ya que compartirán la lista que encabeza el Gobernador. Sin embargo, durante una entrevista a este medio, menciona en repetidas ocasiones a Bonfatti.
“Es importante ir rotando, para renovar las gestiones y refrescar ideas; pero en educación, los cambios necesitan tiempo. Necesitamos que el trabajo que venimos realizando permanezca en el mismo rumbo”, dice al otro lado de la línea, y agrega: “Como sostiene Antonio -por Bonfatti-: ‘tenemos que tener conciencia de que los avances pueden volver atrás’”.
La cita surge a raíz de la consulta sobre cómo enfrenta este nuevo desafío de integrar la lista para la Cámara Baja. “Es un papel importante para sostener las propuestas que funcionan hoy; y también para defenderlas como políticas de Estado”, acierta.
“En estos años trabajamos mucho con cuestiones a largo plazo. Los proyectos de ley en Educación, Salud o Reforma Constitucional se han convertido en discusiones trascendentes para la provincia. Motivos que vuelven primordial el rol legislativo”, completa en cuanto a sus intenciones para ocupar el cargo.
—De su gestión al frente de la cartera, ¿cuál considera el mayor logro y por qué?
—Creo que los grandes logros tienen que ver con los programas que han puesto a los chicos como protagonistas, sin descuidar el acompañamiento de los profesores y respaldando las acciones que lleva adelante cada escuela todos los días.
Dos ejemplos claros son el Vuelvo a Estudiar, donde se apuesta por una pedagogía emprendedora y relacionada al mundo del trabajo, y el Estudiantes al Centro, donde se motivan sus planteos.
Es de urgente actualidad tratar los temas referidos a la innovación dentro de las políticas educativas. Por lo que hay que tener en cuenta las propuestas de los jóvenes, que no son menos receptores de una clase o actividad sino que tienen mucho para aportar.
—¿Le preocupa la continuidad de esta línea de trabajo?
—Figurativamente, podría contestar que esto es como un resorte: si uno no sujeta el punto de tensión al que llegó, cabe la posibilidad de volver al punto original.
Con esto quiero decir que es necesario sostener todas las políticas públicas, pero el de la innovación es un valor fundamental.
En la provincia trabajamos desde hace tiempo bajo este paradigma de la innovación e interdisciplinario, que es por el que apuestan los países más desarrollados en materia educativa. Esto es motivo de orgullo para los santafesinos y su sostén es uno de los objetivos planteados por Antonio -Bonfatti-.
Es un modelo en el que los jóvenes encuentran un sentido real a los aprendizajes. Por lo cual se vuelve más que importante que nuestros futuros docentes sepan trabajar bajo este paradigma, a partir de proyectos y acontecimientos.
Por este motivo apostamos a que esté presente de forma permanente en la capacitación de los docentes. Incluso, recurrimos a organismos internacionales para que nos proporcionen una mirada más objetiva y nos ayuden a seguir mejorando.
—Si antes hablamos de logros, ¿cuál es la deuda de su gestión?
—Claramente, la deuda es que todavía no tengamos la ley de Educación para Santa Fe.
Pero tengo que advertir que esta deuda no es conmigo, es con todo el sector educativo que espera esta Ley desde hace 70 años.
Puedo decir que en este punto encuentro la motivación principal para involucrarme en el terreno legislativo.
—Hace algunas semanas, usted reclamó “grandeza política” a la Cámara de Senadores para avanzar en el tratamiento de la Ley. ¿Cuánta incidencia tuvo el debate del último año sobre la ESI?
—Creo que el debate en torno a la ESI fue una excusa para no tratar el proyecto aprobado en Diputados. El mismo contiene solo 3 artículos de 260 que tratan sobre este tema.
En este sentido, creo que el Senado no tomó con la fuerza necesaria un proyecto que tiene un respaldo enorme, con un trabajo continuado a lo largo de dos años y en el que hubo una enorme participación de toda la ciudadanía.
Por este motivo, el principal reclamo que hago a los Senadores tiene que ver con la falta de acompañamiento a una política pública de trascendencia para toda la provincia de Santa Fe.
—Para sostener programas es esencial su financiamiento. ¿En qué medida se ve afectada la educación provincial por el contexto económico del país?
—Por supuesto que el contexto afecta, pero trabajamos a pesar de estas circunstancias.
Si tengo que referirme a los desentendimientos de parte del Gobierno nacional, debería hacer una larga lista de observaciones. Pero la incompleta construcción de jardines de infantes y la falta de inversión en programas socioeducativos, son algunas de las cuestiones que más nos han afectado.
En ese contexto, las provincias tuvimos que asumir mayores responsabilidades.
Particularmente, en Santa Fe la diferencia está en que tenemos una férrea definición política de lo que queremos en materia de educación.
—¿Cómo se conjuga esto con el día a día de las familias y los barrios?
—La realidad nos muestra que la situación está muy difícil, con familias con más necesidades y que les cuesta llegar a fin de mes. Obviamente, las escuelas se ven golpeadas por este contexto.
Las directoras nos informan a diario de los jóvenes que quieren dejar la escuela para ir a changuear, para ayudar con lo que puedan en sus casas.
Esto se ve más claro en los barrios más vulnerables de las grandes ciudades (Santa Fe y Rosario). Por ejemplo, se ha dado un incremento significativo de los índices de asistencia escolar. En cambio, en las comunidades más pequeñas hay mayor contención y redes de apoyo integradas por los habitantes del mismo lugar.
Las cifras nos indican que hubo un aumento de once mil jóvenes que necesitan de la copa de leche: a fines de 2017 había 420 mil chicos y en noviembre de 2018 contabilizamos unos 431 mil.
Por otro lado, observamos que hubo un aumento de 3 mil requerimientos en comedores escolares (incluyendo escuelas a las que van más jóvenes como, también, establecimientos que antes no tenían comedor y ahora lo incorporaron). Esta situación se prolongó en el verano, cuando ya no hay clases, con unos 53 mil jóvenes que asistieron a los comedores.
—¿En qué estado se encuentran las negociaciones paritarias provinciales de este año?
—Lamento mucho que no podamos iniciar el ciclo lectivo como estaba programado.
El año pasado hicimos un esfuerzo muy grande con la cláusula gatillo, acompañando el proceso inflacionario. Hay que recordar que había sido pronosticado en un 15%, por más que hoy suene increíble.
Somos una provincia que ha hecho mucho por el bienestar de sus docentes. Sucede que a veces solo se tiene en cuenta lo salarial y no otras acciones que apuntan a lo mismo.
En estos diez años, llevamos adelante la titularización de 50 mil docentes entre cargos y horas cátedras. Es algo que quizás no queda del todo claro, pero significa estabilidad laboral hasta la jubilación para cada maestro. Además de la cantidad de obras públicas en establecimientos de la provincia. No es algo menor, teniendo en cuenta el contexto del que hablamos.
—Ya con los días de paro en marcha, ¿continuarán las instancias de diálogo?
—Llevamos doce años ininterrumpidos de sentarnos a negociar entre las partes, desde que Hermes Binner inauguró las paritarias. Desde nuestro lado, esperamos que esta no sea la excepción.
Una vez que pasen las medidas de fuerza, insistiremos en el diálogo porque la educación es un asunto prioritario. Tenemos que entender que lo importante que es un día de clase en la vida de un joven. Son muchas las experiencias, conocimientos y aprendizajes que serán significativos en el presente y en su futuro.
Por lo que debemos asumir la responsabilidad como sociedad, en el que tenemos que ponernos de acuerdo todos: funcionarios, dirigentes, familiares y cualquier ciudadano comprometido.
En repetidas ocasiones durante la entrevista, la Ministra situó a la ESI como uno de los proyectos a sostener de cara al ciclo lectivo 2019.
Si bien la reglamentación de la ley nacional de Educación Sexual Integral se encuentra actualmente discutida desde algunos sectores, el Gobierno provincial cuenta con el programa “De ESI se habla” que se implementa desde hace varios años.
“Es un tema que se ha tergiversado enormemente y es natural la preocupación cuando se desconoce de qué se está hablando”, comenta Balagué sobre los temores surgidos en cuanto a su implementación.
Entendiendo estos motivos, el desafío parece trasladarse un paso más allá. Llevamos el programa de ESI directamente a los Institutos de Formación Docente, con el fin de dirigirnos al punto inicial del aprendizaje de los futuros maestros”, informa durante la entrevista, y agrega: “preparamos a todos los docentes de la provincia para que en el inicio escolar, en las reuniones con los padres, puedan informar claramente sobre el tema”.
De esta manera, todos los niveles deberán tener reuniones específicas. Las mismas se realizarán comenzando por los jardines de infantes, que son los que más resistencia presentan.
En ese sentido, la titular de la cartera aclara que “será primordial identificar de qué se habla, qué contenidos se dan y con qué estrategia didáctica”. “Para ello, -continúa- garantizamos absoluta libertad, responsabilidad y respeto de las posiciones. Invitamos a las familias a participar y plantear sus dudas”.
En caso de que se presente algún tipo de conflicto o reclamo serán los equipos de ESI los que se dirijan a la comunidad educativa implicada. “Confiamos plenamente en el equipo que tenemos. Somos de las pocas provincias con un plantel muy formado, con diez años de trabajo, sobre la temática. En caso de ser necesario, ellos confluirán rápidamente a las escuelas con el fin de ahondar en el debate y en búsqueda de contrarrestar el desconocimiento”, detalla Balagué.
“Esperemos que esto sea el puntapié para que las familias se involucren en la formación de sus hijos”, finaliza sobre un tema que continua abierto.