En diálogo con la prensa, el rector de la UNL, Albor Cantard, resaltó muy especialmente el logro de la Dra. Chan y del grupo de investigadores y becarios del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL). “Hablamos de un trabajo de muchos años, con una continuidad de 8 ó 9 años de labor, que hoy empieza a dar sus frutos. Es un orgullo para todos”, subrayó.
Ayer, en Tecnópolis, el rector participó de la firma de un convenio entre la UNL, Conicet y Bioceres, para el desarrollo del gen contra el “estrés hídrico”. “Hubo un segundo convenio entre empresas, Bioceres con Arcadia, ésta última es la firma norteamericana que tramitará en los próximos años las autorizaciones para la comercialización de este producto en todo el mundo”, explicó el rector.
“Todo esto tuvo una trascendencia muy importante, que mereció que esté presente el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, y que estemos en comunicación vía satélite con la presidenta Cristina Fernández”, destacó el abogado.
En los convenios se estipulan regalías muy importantes previstas tanto para el Conicet como para la UNL. “La presidenta arriesgaba algunas cifras. Habló de 75 millones de dólares anuales (a nivel nacional) en el caso de la utilización de este desarrollo en los productos agrícolas alimenticios, como soja y girasol. Se si comercializara a nivel mundial, este desarrollo generaría regalías por 2.500 millones de dólares anuales”, agregó Cantard.