Los estudiantes secundarios que ayer cometieron actos vandálicos en Adoratrices, y que también produjeron algunos desmanes en el Colegio Nuestra Señora del Calvario, pertenecían al 5° año del Colegio Inmaculada. Así lo confirmó a El Litoral el rector de esa institución ignaciana, Padre Leonardo Nardin, quien además afirmó que “con mucho dolor”, el colegio tomó la decisión institucional de suspender el festejo de colación de este año, como medida disciplinaria y para “sentar un límite”.
Ayer, este diario informaba que un grupo de 40 jóvenes había protagonizado un intempestivo y violento ingreso al Colegio San José Adoratrices, en horarios matutinos. Los adolescentes entraron a ese colegio de barrio Candioti por la puerta del secundario, generando desmanes al golpear las puertas en forma violenta. En el tumulto se disparó un matafuegos, y quedaron lastimadas algunas maestras y porteras que pretendían impedir que la situación se agravara.
“El mismo grupo había tenido similares intenciones también en el Colegio El Calvario, donde se treparon a rejas y ventanas. Luego produjo desmanes en las instalaciones de nuestro propio colegio (ubicado en San Martín al 1500). Los nenes más chiquitos se asustaron mucho. Hubo rotura de puertas. Estos jóvenes son estudiantes de nuestra institución. También tenemos entendido que en el grupo había chicos encapuchados que pertenecían a otras escuelas”, dijo Nardin, el rector del colegio Inmaculada.
“Estos jóvenes la noche anterior habían salido a ‘celebrar’ el fin de curso. Por lo que pudimos saber, se alcoholizaron demasiado y por la mañana cometieron estos episodios que terminaron siendo vandálicos. Estamos muy consternados por lo que ocurrió. Es doloroso y lastimoso para toda nuestra institución”, expresó Nardin, quien parecía estar emocionalmente afectado por la situación.
El religioso a cargo del colegio afirmó: “Nos comunicamos con Supervisión, con las autoridades de los otros colegios afectados, y mantuvimos reuniones con los padres de los alumnos. Hicimos una consulta dentro del colegio y con pesar decidimos suspender el acto de colación de este año (la promoción es de unos 100 alumnos), como una decisión necesaria para poner un límite y hacer que esto no se repita. Entendemos que la suspensión de la colación es una medida dolorosa, pero el 80 % de los padres estuvo de acuerdo. Los jóvenes involucrados podrán hacer sus descargos”, dijo Nardin.
“Lo que en otros tiempos era tirar papelitos como una forma sana de celebrar la culminación del último curso de la secundaria, hoy se ha convertido en violencia y desmanes. Esperamos que episodios como éstos no se repitan”, cerró.