Una mesa ratona, dos micrófonos, tres sillones blancos y un poco de luz sobre el escenario fue suficiente para un enriquecedor intercambio de ideas sobre educación. La austeridad ambiental fue propicia para que los expositores no tengan reparos al analizar ante unos trescientos asistentes, durante casi dos horas, los síntomas que presentan las escuelas en la actualidad.
La charla se llevó a cabo la semana pasada, en la Sala Moreno. Llevó por título "Pensar la educación básica en tiempos actuales. Hacia un diagnóstico local". Y el panel estuvo conformado por el licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, docente e investigador, Emilio Tenti Fanfani; la licenciada Susana Kaczmar, ex supervisora de educación especial y ex coordinadora pedagógica Región IV de Educación provincial; y la profesora Alejandra Reggiardo, ex supervisora de educación primaria y docente de formación superior en educación primaria de Santa Fe.
El marco fue el primer encuentro del eje Educación, Cultura y Políticas de Cuidado de Nexo Santa Fe, el centro de estudios recientemente inaugurado en la capital provincial, cuyo objetivo es crear y diseñar políticas públicas innovadoras a partir de las experiencias desarrolladas en el ámbito local y de la región.
El intendente Emilio Jatón fue el encargado de dar la bienvenida y, con un breve discurso, puso en claro el espíritu de la propuesta: "Es importante encontrarnos y dialogar sobre los temas que no están en agenda y que necesitan de un lugar donde ser discutidos. En esta convocatoria hablaremos sobre Educación, que es un tema que nos interesa a todos, pero no lo podemos hacer desde un solo lugar. Es difícil poder gestionar si no generamos conocimientos y ese conocimiento se genera escuchando distintas experiencias, de especialistas y de los propios docentes. Necesitamos las distintas miradas, de personas que incluso cuestionen la forma en que estamos haciendo las cosas, para sacar conclusiones y así seguir adelante en la construcción de las políticas públicas".
Llaves para pensar una mejor educación
La charla comenzó planteando las dicotomías entre teoría y práctica educativa, diferencias en las miradas disciplinares y diversidad de los sentires profesionales. Y discurrió en intercambios por la multiplicidad de aspectos que inciden en la actualidad escolar.
*La escuela bajo sospecha. Es el título del último libro escrito por Emilio Tenti Fanfani y el primer disparador. La gran coincidencia fue que la institución escolar se convirtió en una de las más criticadas por toda la sociedad.
El mismo Tenti Fanfani soltó el primer diagnóstico: "Carga tanto la barca de la escuela que se termina por hundir el sentido común de su función. Hoy pareciera que allí se tiene enseñar todo: a las disciplinas básicas se le suman la educación para la convivencia ciudadana, para el medioambiente, para la diversidad, para prevenir enfermedades. Esto genera falta de tiempo para los maestros, que no logran desarrollar los contenidos fundamentales".
Susana Kaczmar agregó que "la función pedagógica de la escuela fue relegada hacia otras actividades que son necesarias de abordar, pero que hacen que se le pida cada vez más y hace que la sociedad la mire de otra manera".
¿Qué es lo importante que los chicos aprendan? ¿En qué es mejor la escuela para enseñar? Fueron dudas que rondaron por la sala. Y Alejandra Reggiardo contestó con una certeza: "No alcanza con que la escuela se haga estas preguntas, porque qué es lo que se enseña no lo decide el docente en el aula, se decide en los ministerios"
*Dio paso un ítem siempre polémico: la relación de la escuela con el trabajo.
Tenti Fanfani apuntó al valor de la titulación secundaria, el desprestigio que sufre en el mercado laboral y la urgencia de reforzar las habilidades comunicacionales para dotar a los estudiantes de herramientas básicas para desempeñarse en la diversidad del mercado: "Afortunadamente, hoy logramos que casi todos asistan a la escuela y tengan su título. Pero este título vale cada vez menos. El conocimiento y los diplomas tienen un valor relacional, son apreciados en tanto y en cuanto sean escasos. Y, desgraciadamente, ahora que los más pobres llegan a titularse, el mercado dice que ya no les alcanza para los trabajos. Por eso considero que lo más importante hoy es que se enseñen a los chicos los conocimientos comunicativos básicos, porque hoy todo requiere de una buena comunicación, saber expresarse para vender algo, interpretar las necesidades de un cliente, etc", explicó.
Y en esa línea de análisis, Reggiardo planteó que "sin embargo, desarrollar competencias comunicativas a veces no alcanza": "Hay chicos que son muy buenos en la oralidad, pero al momento de leer y escribir no lo pueden hacer. Esto queda en evidencia en las pruebas Aprender, que son escritas, y que a veces terminan profundizando desigualdades, porque de allí se generan los insumos para la toma de decisiones políticas"
*La formación docente y la respuesta ante los desafíos actuales. Un punto álgido del debate. El análisis sobre la calidad formativo que maestros y maestras de la Argentina reciben en los institutos formativos.
Fue punta de lanza la opinión de Kaczmar: "La formación docente sigue siendo muy académica y centrada en contenidos curriculares". "Si queremos preparar a los docentes para el mundo de hoy, los profesorados debieran tener una mirada más amplia, dando cuenta la gran dispersión que tenemos en las aulas. Si no tenemos buenos maestros, no vamos a conseguir buenos aprendizajes. Y esto se vuelve un círculo vicioso que no sabemos dónde empieza y dónde termina", agregó.
Tenti Fanfani planteó la necesidad de una formación universitaria de los docentes, no solo por la mejoras salariales y la valoración social que implicaría, sino también para conciliar una currícula renovada. Y dejó una anécdota para ilustrar su punto de vista: "Hace un tiempo, tuve una pasante finlandesa a la que le pedí que me detalle cómo era la formación docente allá. Ella me explicó que todos los maestros son Universitarios y que estudian por temas y no tanto por disciplinas. Por ejemplo, no tienen como materia la Psicología de la Educación, sino el "Efecto Pigmalión", que trata sobre las expectativas docentes y las prácticas escolares, o el "Origen de clase y rendimiento escolar", en vez de Sociología de la Educación".
Siguiendo esa línea, Reggiardo señaló un aspecto importante: "En un país como el nuestro, con la extensión que tiene, si hubiese 50 institutos ¿dónde estarían radicados? Probablemente, la mayoría estaría en Buenos Aires. Muchos de los docentes que hoy estamos acá es porque tuvimos un profesorado en el interior en el cual estudiar. Creo que también tiene que ver con una política de dar una oportunidad de estudio que no signifique irse a vivir a las grandes ciudades".
A lo que Tenti Fanfani retrucó con otro ejemplo: "Una explicación a ese fenómeno es que los profesorados pasan a cumplir una función social, pero eso no beneficia la calidad de la formación docente. Una forma de suplir eso podría ser como en México, que tiene una sociedad más fragmentada que la nuestra, donde inventaron la categoría de Instructor Comunitario para dar una salida laboral a personas con educación secundaria básica y a la vez educar a niños de 6 a 12 años que viven en localidades remotas".
Diversidad en dificultades
Una de las preguntas que llegó a los expositores desde el público fue por la educación inclusiva.
Kaczmar tomó la posta por su experiencia como supervisora de educación especial: "La inclusión está planteada hoy como una política de Estado. Mi experiencia personal me dice que para tener una educación inclusiva no solo tenemos que considerar la discapacidad, sino también de las diferencias que tiene cada uno de los niños, niñas y adolescentes. Podemos coincidir en la falta de recursos y planificación adecuada para su implementación. Pero creo que, esencialmente, es un problema filosófico en el que toda la sociedad debiera estar más involucrada", expresó.
Tenti Fanfani reconoció que "es una temática que provoca debates". "Creo que educar a cada chico en función de sus características es una dificultad para el docente, que tiene en una misma aula a 40 estudiantes, lo que ya es un problema en sí para la enseñanza. La personalización de la educación también podría pensarse en los casos de los chicos "superdotados", a los que los padres exigen que se les de otro tipo de educación. Ahora, siempre es todo por el mismo precio para los docentes", señaló.
Metodologías insuficientes
La falta de versatilidad en los métodos de enseñanza fue otro punto que se trasladó al intercambio con el público.
Reggiardo señaló que "a nivel estatal no hay definiciones acerca de la metodología a aplicar en clases. Por ejemplo, en Lengua y Literatura, solo hay una materia cuatrimestral de los cuatro años de formación sobre Alfabetización Inicial, entonces encontramos la dificultad de cómo enseñarles a leer a los niños".
Y Tenti Fanfani completó: "Es preocupante porque estos son temas de fondo. Hoy volvió a estar de moda la discusión sobre la enseñanza en Lectoescritura, con duros planteos hacia el Piagetismo y la Psicogénesis, que no sé si son los únicos responsables. Pero lo cierto es que hay adolescentes que no saben leer y escribir. Cómo puede ser que una persona de 15 años, con 11 de escolarización encima, no sepa redactar ¡Algo tenemos que hacer! Mínimamente, tenemos que motivar a que los chicos en la práctica, sin importar el contenido, que lean novelas románticas si les gusta o que hagan un comentario sobre el partido de fútbol que vieron.