Lunes 12.4.2021
/Última actualización 7:00
El lunes 5 de abril, la Universidad Católica de Santa Fe dio inicio al ciclo académico 2021, con el regreso a la presencialidad de manera gradual, acotada y cuidada. En el marco de la autonomía universitaria y de los acuerdos rubricados con el gobierno provincial santafesino.
En su mensaje a la comunidad, el rector Mgter. Lic. Eugenio Martín De Palma expresó: "la vuelta a las aulas nos llena de expectativas, pero a la vez, de incertidumbres, miedos y dudas. No obstante, esta presencialidad tan deseada, requerida y exigida nos encuentra en un momento epidemiológico complicado y ascendente. Por tal motivo, como siempre lo sostuvimos, iremos de menos a más, de manera acotada, gradual y progresiva, cuidándonos y cuidando al otro".
En esa línea, De Palma sostuvo que el regreso va mucho más allá de "la presencialidad por la presencialidad misma", porque a través de esto "hemos recuperado autonomía universitaria, que hace a la esencia de una comunidad de maestros y alumnos. Pero, a la vez, a partir de ello, hemos puesto en el centro del debate el carácter esencial de la educación".
Así como los alumnos volvieron, también lo hicieron los docentes. En esto, la Asociación de Docentes de la Universidad Católica de Santa Fe (ADUC) tuvo un aporte muy importante a partir del diálogo y el trabajo conjunto con las autoridades de rectorado.
En ese diálogo permanente, el presidente de ADUC, profesor Eduardo Quintana, le entregó al Rector y su equipo de trabajo los resultados de un sondeo realizado a los propios docentes sobre el regreso o no a la presencialidad; hecho que fue muy bien recibido por parte de las autoridades de la Casa de Estudios, en este momento de toma de decisiones.
Quintana manifestó que fueron muchos los docentes que querían regresar a las aulas: "más del 90% dijeron: queremos volver, pero con cuidados". Más allá de la diferencia propia entre "dar clases de manera virtual o en forma presencial", el aula permite "ese ida y vuelta con los alumnos, sobre todo en esta universidad donde la relación personal está muy presente, porque son grupos chicos. El año pasado salimos adelante de una coyuntura complicada, pero hoy queremos volver", afirmó.
¿Pensás que los estudiantes necesitan de la vuelta a la presencialidad?, ¿por qué?, fue una de las preguntas incluidas en la consulta. Entre las respuestas, se ubicaron la necesidad del vínculo personal, el cara a cara docente-alumnos fue el más frecuente, así como la necesidad de socializar entre pares y la vivencia universitaria.
"Vivir la experiencia de aprender juntos, estar cerca, compartir sentimientos y emociones". "Es necesario el ida y vuelta que ofrece la presencialidad. El alumno se nutre también de la vida en el aula y de la vida universitaria". "Tenemos que intentar quedarnos con lo mejor de la presencialidad y lo mejor de la virtualidad en favor de todos los protagonistas del proceso educativo. ¡Es un gran desafío!". Fueron algunas de las tantas respuestas recibidas.
El presidente de ADUC, valoró la participación de los docentes, cada uno con sus aportes y puntos de vista. "Fue importante, porque uno ahí compartió también su miedo, conocer cómo se siente el otro. El año pasado fue muy traumático para todos, pero para el docente, más. Frente al alumno, uno tenía que ponerse como que estaba bien, pero en realidad fue difícil. Y nosotros como Asociación tratamos de darle un apoyo, tratando de estar siempre. Si algo sirve, si hay un seminario, algo que pueda ser útil o de interés lo comunicamos", expresó el profesor Eduardo Quintana.
Acotada, gradual y cuidada
Si bien el regreso cuidado a la presencialidad en la Universidad Católica de Santa Fe abarca a todas las Facultades y las cuatro sedes en la provincia de Santa Fe, el mismo se está dando cumpliendo con los protocolos y el acuerdo firmado con el ministerio de Salud y de Trabajo.
Esto implicó la adecuación de las aulas considerando el distanciamiento social necesario, mediante el marcado de bancos que no se pueden utilizar, la instalación de la señalética para indicar las zonas por las que conviene circular, los espacios habilitados y las recomendaciones generales de cuidados Covid.
En este marco, la decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Carmen González, expresó ante la alegría por el retorno, que no implica una presencialidad completa y que la virtualidad se deje de lado. "Se trata de una modalidad distribuida, que hace compatible la presencialidad cada quince días, con el sostenimiento de las aulas virtuales para continuar con el trayecto formativo. No es la vida que tenía la universidad, por ahora, pero es un primer pequeño paso hacia la recuperación de cierta normalidad".
En tanto, desde la secretaría General de Rectorado, la CPN Claudia Gauna, remarca las características que tiene el regreso: "Es acotado, no volvemos todos como en el 2019. Va a ser progresivo, queremos ver cómo va evolucionando la situación de los alumnos y de la pandemia. La tercera palabra clave es cuidada: queremos garantizar este retorno, y volvemos dentro de las posibilidades que tenemos", explicó.
Para las actividades presenciales es obligatorio el uso de barbijo en todo momento, la toma de temperatura y sanitización en el ingreso al establecimiento, así como también la distancia social y la ventilación permanente de los espacios. Asimismo, se recomienda contar con el kit Covid personal: barbijo de repuesto, sanitizante y toallitas para limpieza.
Potenciar fortalezas del 2020
La pandemia y la virtualización de un día para otro puso sobre la mesa la posibilidad de pensar en nuevos escenarios. Por ejemplo, muchos alumnos se vieron beneficiados en el seguimiento de las clases y la continuidad de sus estudios, ya que pudieron estudiar y trabajar o por los traslados desde distintas localidades.
Tomando la experiencia del 2020, en particular sobre el uso de herramientas tecnológicas, el Sistema Institucional de Educación a Distancia de la UCSF (SIED) llevó adelante por un lado la renovación y actualización de su Campus Virtual, para lo cual se realizaron una serie de capacitaciones que potencien su uso.
Además, se incorporó equipamiento para conformar aulas híbridas, que permitan clases duales, presenciales y virtuales a la vez; incluso conectando a más de dos sedes a la vez. Esto derivó en la realización de clases mixtas o modalidad distribuida (presencial-virtual / sincrónica-asincrónica), tendiendo gradualmente a la presencialidad completa.