Los cuadernillos “Seguimos Educando” elaborados por la cartera nacional se entregan desde principios de marzo. Mientras que los materiales provinciales “Aprendiendo desde casa” comenzarán a entregarse a partir de esta semana. Según contaron los directivos, el contenido es lo prioritario para cada ciclo (básico y orientado). Además de las consultas a los maestros (“a cualquier hora”), los estudiantes pueden despejar algunas dudas con los programas de televisión y radio abierta. Todos coinciden en que no es lo mismo, pero así pueden llegar a todos los alumnos que no tienen internet. Mientras tanto, esperan mayores precisiones sobre cómo se hará una devolución a las producciones que, antes o después, mal o bien, los chicos les envían.
Desde la escuela República Argentina, comentaron: “Desde el principio nos mandaron los ejercicios ya sea subiéndolos a google, por fotos de whatsapp y hasta hay mamás que trajeron las tareas en carpetas y folios. Nosotros hacemos todo el seguimiento y llevamos todo en las planillas, pero entendemos que los rendimientos son distintos según las realidades que coexisten dentro de la escuela. Con los profesores, hacemos reuniones virtuales para organizarnos y discutir qué hacemos con lo que nos mandan”.
En la secundaria Alfredo Bravo, consideraron: “Es un aprendizaje para todos porque es distinto a lo presencial, donde inmediatamente te das cuenta por la cara de los chicos si entendieron lo que le explicaste. Yo además soy profesora de inglés y tengo una pizarra que uso, también les mando fotos y audios para explicar. En el caso de los que necesitan, les llevamos fotocopias a las casas. Estamos a la espera de los cuadernillos provinciales para completar el material y buscamos las maneras de evitar tantas cosas desde el celular. Hacemos todo el acompañamiento posible para facilitar la tarea para que la hagan ellos y para llevar un registro nosotros”.
Los directivos de la escuela Almirante Brown explicaron: “Nos comunicamos por whatsapp y subimos material al blog educativo. Buscamos mantener el vínculo pedagógico con todos los que podemos, pero se hace difícil en este contexto. También utilizamos los cuadernillos de nación y ahora vamos a incorporar los de la provincia. La última semana crecieron los pedidos del material en primero y segundo. Los del ciclo orientado tienen más manejo de las herramientas. El aprendizaje necesita que el contexto ayude, y eso no es igual para todos”.
Por el momento, nadie sabe cómo seguirán las clases. En distintos países todavía está en discusión, mientras que tenemos por delante el otoño y el invierno. A partir de la realidad que palpan todos los días, desde las escuelas imaginan posibles escenarios.
R.A.: “La cuestión pedagógica se puede ir resolviendo, esa es nuestra fortaleza y quedó demostrado con la velocidad que nos organizamos. Nuestra vicedirectora Daniela DeLuca ya armó con los docentes la planificación para los próximos tres meses. Lo que vamos viendo que se va complicando es todo lo demás. El riesgo más grande es perder a los chicos en el camino, que ya no puedan dedicarle su tiempo a la escuela”.
A.B.: “Preguntamos cómo van con las actividades y los padres nos dicen que están intentando. Me pasó que una mamá nos pidió que seamos más claros con qué materia y año es cada tarea porque tiene tres hijos que van a la escuela y un solo teléfono. Son cosas que cuesta dimensionar a la distancia”.
Alte.B.: “Por más esfuerzo que hagamos, vamos a tener que retrabajar lo que se enseñó. La primera actividad que tenemos pensadas para cuando volvamos a las escuelas son de carácter recreativo. Necesitaremos incentivar la interacción social, el juego, porque van a ser muchos meses de comunicación virtual”.
Conectar Igualdad: discusión abierta
El Conectar Igualdad recibió elogios y críticas desde su creación allá por 2010, cuando la entonces presidente Cristina Kirchner lo presentaba como el programa del futuro para nivelar las desigualdades tecnológicas entre los alumnos del país. En 2016 fue reemplazado en la presidencia de Mauricio Macri por el plan Aprender Conectados, de carácter itinerante, más enfocado hacia la programación, la robótica y la conexión vía teléfonos inteligentes. La intención de reeditar el programa manifestada por el ministro Nicolás Trotta puso nuevamente la discusión encima de los pupitres.
Albornoz: “Tuve la oportunidad de repartir las computadoras en escuelas de Yapeyú y la República Argentina. Los padres nos siguen preguntando por las notebooks. Siempre fueron necesarias, pero este contexto demostró que sería importante volver a una experiencia similar. La clave con cualquier programa educativo es que se mantengan. Más allá de las miradas distintas, las producciones tienen que seguir”.
Cazeneuve: “Estoy totalmente a favor de este tipo de programas que le permiten a un montón de chicos tener acceso a una computadora que de otra manera nunca hubieran conseguido. El problema es cómo mantenerlos en el tiempo y aceitar algunos mecanismos que fallaban; pero para los que tuvieron la oportunidad, fue maravilloso y único. Ahora no tenemos nada, y eso se nota”.
Cataudella: “En una era digital, es imprescindible que los chicos tengan alguna herramienta tecnológica, sea netbook, tablet, celular. Además del dispositivo, también se necesita el acceso a internet. El problema es que muchos chicos no tienen ninguna de las dos. Los programas de este tipo necesitan tener continuidad y llegada real a los estudiantes. Espero que, a partir de ahora, se tome en cuenta para trabajar en esta brecha muy grande entre los que tienen conectividad y los que no”.