Un joven santafesino se graduó con honores en Italia y hoy aplica sus conocimientos en España
Gerónimo Ratto forjó un trayecto académico y profesional destacado. Su camino desde la universidad pública argentina a los laureles del Politécnico de Torino y los laboratorios de punta en Barcelona, donde hoy aplica sus conocimientos en bioingeniería con excelencia.
Un joven santafesino se graduó con honores en Italia y hoy aplica sus conocimientos en España
Gerónimo Ratto es un joven de 25 años nacido en Santa Fe que hoy vive en España y que en poco tiempo logró hacerse un camino académico y profesional para destacar. De visita a su ciudad de origen, pasó por la redacción de El Litoral para contar su testimonio en el que la determinación en el estudio y la búsqueda constante de superar desafíos lo llevó a destacarse tanto en el ámbito académico como en el profesional de la bioingeniería internacional.
El joven recordó las épocas del secundario en el colegio Sagrada Familia y cómo el pasaje al mundo universitario lo llevó a la prestigiosa Universidad Nacional de Córdoba (UNC), reconocida por ser el lugar de la gesta reformista de la enseñanza superior en nuestro país. Su búsqueda lo llevaría luego a "cruzar el charco" para seguir estudiando en el Politécnico de Torino, Italia, donde logró graduarse con honores. Ahora desempeña profesionalmente su labor en los vanguardistas laboratorios tecnológicos de Barcelona, España.
El inicio: de Santa Fe a Córdoba
Al terminar el secundario, Gerónimo continuó su recorrido universitario con dos años de estudios en ingeniería química en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Sin embargo, pronto descubrió que su verdadera pasión residía en la ingeniería aplicada al campo de la medicina.
Fue así que decidió trasladarse a Córdoba para estudiar ingeniería biomédica, una disciplina que, si bien reconoce que no es de las más conocidas, le ofreció esa amplitud y diversidad que buscaba. En sus palabras, le brindó "una amplia base de conocimientos y la posibilidad de especializarme en las áreas que realmente me gustaban".
Gerónimo Ratto. Crédito: Mauricio Garín
La carrera cuenta con materias de compleja terminología que da cuenta de la dificultad que posee su estudio: biomecánica, biomateriales, procesamiento de señales, sensores y electrónica son algunas de ellas. También cuenta con cátedras específicas del campo medicinal como anatomía, histología, fisiología, entre otras.
Ratto puntualizó la diversidad del campo laboral como una de los atractivos que tiene la carrera: "Puede variar desde el área de ingeniería clínica, por ejemplo brindando servicio técnico en la gestión de equipos en un hospital; el trabajo de biotecnología en laboratorio; el campo relacionado al análisis de movimiento; o la programación y tratamiento de datos que fue lo que a mí más me gustó".
A Italia: convenio y doble titulación
Desde temprano, Ratto tuvo claro su interés por realizar una experiencia de intercambio internacional. Gracias a su destacado desempeño académico y su dominio de idiomas, fue seleccionado para participar en un convenio de doble titulación entre la UNC y el Politécnico de Torino, en Italia.
En los requisitos exigían tener aprobado hasta cuarto año de la carrera, con un destacado promedio de notas, además de saber hablar en inglés e italiano. Y valiéndose de esa misma decisión que lo había llevado a la "Docta", esta vez eligió partir hacia Italia.
La experiencia internacional no solo amplió su horizonte académico y profesional, sino que también le brindó la oportunidad de colaborar con equipos multidisciplinarios en la vanguardia de la tecnología médica.
Durante su estancia en Italia, se sumergió en un exigente programa académico, cursando materias tanto en italiano como en inglés. Su esfuerzo y dedicación culminaron en la obtención de un título de máster italiano, además de su título de grado argentino, lo que le permitió graduarse con honores.
"Estuve un año cursando un total de diez materias, de las cuales siete fueron en italiano y tres en inglés, y después otro año más para hacer la tesis. Fue una experiencia hermosa", contó el joven ingeniero.
Sobre su estadía en Torino, destacó que logró una beca del gobierno de Italia destinada a extranjeros que estudian en ese país, lo que le implicó no tener que trabajar de forma paralela como algunos de sus compañeros y poder dedicarse de lleno a estudiar. También, resaltó la utilidad del comedor universitario con almuerzos "ricos y baratos", y del metro para trasladarse con rapidez y previsibilidad por la ciudad a un precio accesible.
La graduación fue con honores por su destacado desempeño, obteniendo el título de grado validado por la universidad argentina y un máster por la casa italiana. La tesis que lo coronó fue sobre "Optimización de algoritmos de un sistema de sensores inerciales en terrenos extremos", en el que participó de un estudio con fines robóticos para una empresa tecnológica de Madrid.
Hacia la vanguardia catalana
Tras completar su formación en Italia, Ratto recibió una oferta para trabajar en Barcelona con una empresa desarrolladora de software para exoesqueletos de rehabilitación. Su labor se centró en el desarrollo de una aplicación para dispositivos móviles utilizada por fisioterapeutas para monitorear la evolución de los pacientes.
Su destacado desempeño en esta primera experiencia profesional atrajo la atención de otra startup catalana líder en tecnología médica, NIMBLE Diagnostics, donde actualmente comenzó a trabajar como ingeniero de software en desarrollos médicos. "Estoy muy satisfecho porque me permite desempeñarme en los dos campos que siempre me interesaron".
Gerónimo Ratto estuvo de visita en Santa Fe y pasó por la redacción de El Litoral. Crédito: Mauricio Garín
En esta empresa, Ratto se dedica al desarrollo de algoritmos para mejorar los stents vasculares utilizando tecnología de microondas, un campo innovador que promete revolucionar los métodos de diagnóstico y tratamiento en medicina cardiovascular.
"Básicamente, la persona con un stent vascular tiene la posibilidad de sufrir una reestenosis. Es por eso que para monitorear el estado de esa intervención el cardiólogo suele pedir una serie de estudios, que generalmente son con métodos invasivos, caros y que requieren de un tiempo de hospitalización. Esta empresa se dedica al desarrollo de un nuevo método que dura pocos segundos, no genera daño en el cuerpo, y es bastante más económico", resumió.
Además, la oferta laboral incluyó poder realizar un doctorado industrial en la Universidad Politécnica de Cataluña. "Implica es que mientras trabajo en la empresa, a la vez también voy a estar cursando esta especialización. Así. los avances que haga en la investigación los puedo ir presentando en la universidad y, a la vez, lo nuevo que vaya aprendiendo en el estudio puedo pensarlo para aplicarlo en el trabajo", destacó.
Educación nacional y la experiencia internacional
Gerónimo Ratto reflexionó sobre su experiencia comparando la educación universitaria en Argentina con la europea. Destacó la integralidad de la formación en Argentina y también resaltó la importancia de aprovechar las oportunidades de intercambio internacional para enriquecer el aprendizaje.
Sobre los contenidos de la educación argentina, contó un ejemplo con el que se encontró trabajando en España. "Hace poco tuvimos una capacitación sobre riesgos laborales y me di cuenta que sabía muchas cosas sobre eso, al punto que mis compañeros me preguntaban cómo sabía tanto del tema. Recién ahí me acordé que fue parte de una materia que tuvimos en Córdoba. Creo que son conocimientos generales que capaz en el momento no sabés bien para qué te sirven, pero en algún momento te van a servir y hay que saber aprovecharlos".
Por otra parte, reparó en las diferencias en el sistema de educación superior en ingenierías que se implementa Europa, donde la duración y la orientación de los programas de posgrado son distintos, destacando la flexibilidad y la especialización temprana que ofrece. "A mí el modelo europeo me gustó un poco más: estudias tres años y después dos con una especialización que vos elegís. En cambio, en Argentina tenemos toda la carrera completa de cinco años donde solo dos o tres materias son optativas. Si bien en nuestro país terminas con una formación más completa, el sistema de allá te da un poco más de libertad a la hora de elegir a qué querés dedicar más tiempo de tu formación y te permite salir más formado para lo específico de lo que van a ser tus tareas", explicó.
En cuanto al poder estudiar en universidades del extranjero, comentó que en su regreso al país lo invitaron en la Universidad de Córdoba para compartir su experiencia en el intercambio: "Traté de transmitirles a los chicos que aprovechen esas oportunidades porque enriquecen su formación y ampliar el horizonte profesional; pero también porque creo que es parte de la tarea de internacionalización de nuestras universidades".