Los estudiantes de familias con mayores ingresos tienen mejores trayectorias escolares
En Argentina, solo 16 de cada 100 alumnos terminan la escuela a tiempo y con los saberes esperados. De ellos, más de la mitad pertenece al tercil de mayor nivel socioeconómico, asiste a escuela privada o sus madres transitaron el nivel superior.
De los 16 de cada 100 estudiantes que empiezan la primaria y terminan la secundaria en "tiempo y forma", solo 3 pertenecen al tercil socioeconómico más bajo. Crédito: El Litoral.
En Argentina, finalizar la educación obligatoria logrando incorporar todos los conocimientos esperados depende del nivel socioeconómico de cada alumna o alumno, del nivel educativo de su familia, y en qué región geográfica se encuentre. Así lo concluye el informe "¿Cómo son los 16? Trayectorias escolares desiguales en la Argentina", del Observatorio de Argentinos por la Educación, donde se propone profundizar un relevamiento previo que indicó que solo 16 de cada 100 estudiantes completan el último año de la secundaria en "tiempo y forma".
Buscando dilucidar quiénes componen ese 16% de estudiantes, el equipo de investigadores -compuesto por Mariano Narodowski, Gabriela Catri y Martín Nistal- hallaron que los alumnos que cuentan con más probabilidades de desarrollar las trayectorias escolares esperadas son quienes pertenecen al tercil de mayor nivel socioeconómico, que asisten a escuela privada o cuyas madres tienen estudios superiores.
"Se trata de un escenario atravesado por condiciones de desigualdad y segregación socioeconómica y educativa en el que, debido a la edad de los estudiantes, priman más las diferencias de cuna que las basadas en el mérito. De esto se desprende la necesidad de cambiar las políticas educativas que han regido en las últimas décadas que han propiciado mayor desigualdad y la exclusión de los alumnos más débiles. Es necesario generar otras políticas basadas en la igualdad, no meramente declarada, abriéndonos al mérito y al talento independientemente del nivel socioeconómico", plantea Mariano Narodowski, profesor de las Maestrías y las Especializaciones en Educación por la Universidad Torcuato Di Tella.
Tendencia invertida: dos caras de la misma moneda
Según las últimas cifras disponibles, el último año de la secundaria está compuesto por un 65,6% de alumnos que asisten a una escuela estatal y un 34,4% a una de gestión privada. Sin embargo, estas cifras se revierten al considerar los 16 alumnos de cada 100 que egresan en "tiempo y forma". Los gráficos muestran que el 63,7% de los estudiantes con trayectorias a término asistieron a una escuela de gestión privada, mientras que solo un 36,3% salió de instituciones estatales.
Sistema desigual
Las cifras muestran que las trayectorias escolares se ven condicionadas por el nivel socioeconómico de los estudiantes, el nivel educativo de sus familias y la procedencia geográfica.
Entre los estudiantes con trayectorias escolares esperadas, la mitad (52,1%) pertenece al tercil de mayor nivel socioeconómico. En el otro extremo, solo el 15% forma parte del tercil de menores ingresos. En simples palabras, de los 16 de cada 100 estudiantes que terminan la secundaria en tiempo y forma, 8 pertenecen al sector más rico, 5 a la clase media, y solo 3 al más pobre.
"La escuela no ayuda a los más pobres a romper las barreras de desigualdad de cuna", sostuvo Narodowski al hablar de los resultados de su informe, consultado por radio La Red. Y agregó: "Los especialistas en la educación ya no sabemos qué hacer. Uno grita, uno publica, uno escribe, uno investiga, pero la clase dirigente no reacciona".
En el estudio también se observan diferencias por tipo de gestión escolar. El 34,3% que llega al último año de la secundaria asiste a escuelas privadas. Sin embargo, quienes llegan en tiempo y con conocimientos satisfactorios representan el 63,7% en escuelas de gestión privada y el 36,6% en estatales.
"Creemos que solucionamos el sistema educativo de nuestros hijos mandando a los nenes a la escuela privada, y eso también es un problema. Enterramos la cabeza en la tierra y creemos que nos salvamos. Y la verdad no nos salvamos, porque de estos 16 que llegan en tiempo y forma, la mayoría son del tercio de mayores ingresos. Pero de todos los de mayores ingresos, hay un 35% que no entra en esos 16%, entonces tampoco es que la clase alta se salva", dijo el especialista a modo de "autocrítica" al comportamiento de los sectores más acomodados.
Un plus
De acuerdo a los datos de la Encuesta Permanentes de Hogares, del total de menores de 19 años que asiste a la escuela, el 28,7% tiene madres con nivel educativo superior completo o incompleto. Mientras que en el grupo de estudiantes que llegan al final de su escolaridad en "tiempo y forma", el 54,8% tienen madres que alcanzaron el nivel educativo superior completo o incompleto.
¿De dónde son los 16?
El informe da cuenta de que de los 23 distritos en los que se dispone datos (Chubut no participó de las pruebas Aprender 2019), 8 tienen un porcentaje de estudiantes que terminan su escolaridad en tiempo y forma mayor al que tenían en los inicios de la escolaridad en 2009; una provincia lo mantiene igual y en 14 están subrepresentados nacionalmente.
Santa Fe integra el grupo de jurisdicciones que ganan representación en el total de alumnos que terminan la escolaridad esperada respecto a los que empezaron la primaria en el 2009. Las otras siete son: CABA, Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Santa Fe y Tierra del Fuego.
En el otro extremo, donde se observan las mayores desigualdades, se encuentran, en gran medida, las provincias del norte argentino.