La presidenta Cristina Fernández anunció ayer que durante el primer semestre del año se distribuirán más de 13 millones de libros a estudiantes de todo el país, lo que representa una inversión de 317 millones de pesos, que involucrará a 77 editoriales y más de 40 imprentas.
Desde el Salón Mujeres Argentinas del Bicentenario de la Casa de Gobierno, la Presidenta junto al ministro de Educación, Alberto Sileoni, lanzó el Operativo Nacional de Entrega de Textos y Libros Escolares 2013 para escuelas públicas y la construcción, ampliación y refacción de Escuelas Técnicas de distintos puntos del país.
"Desde 2004, llevamos comprados y distribuidos 67 millones de libros, lo que permite decir que el Ministerio de Educación nacional decide el mercado del libro en la Argentina", reivindicó el ministro.
Sileoni destacó que la presencia de esta inmensa cantidad de textos "se nota en las escuelas" y recordó que "son elementos que se suman a la distribución de netbooks y la construcción de escuelas, entre otras políticas y acciones destinadas a mejorar la educación, tanto para el que enseña como para el que aprende“.
Los más de 13 millones de ejemplares que se distribuirán se involucran a 77 editoriales, 35 imprentas, 10 imprentas con talleres de encuadernación y 30 talleres de encuadernación y cosido.
"El 59% de la compra se hace a empresas nacionales, el 5% a extranjeras, y el 35% a grupos transnacionales“, precisó el ministro, para quien "esto es el resultado de la calidad de la propuesta editorial de las pequeñas empresas especializadas y una política de gobierno con miras a fomentar la industria editorial nacional y el empleo“.
Este lote de 13 millones de libros incluye textos para el 1 y 2 ciclo de la educación primaria y serán entregados en 8.300 escuelas a las que concurren niños de sectores vulnerables.
También se distribuirán colecciones de obras literarias para bibliotecas escolares de nivel inicial y primario, destinadas a escuelas de gestión estatal, comunes y especiales.
En el caso de las escuelas secundarias comunes y especiales de todo el país urbanas y rurales, recibirán una colección de obras literarias seleccionadas para atraer a los adolescentes y jóvenes, que, en su mayoría, se consiguen sólo en las grandes ciudades, con lo que esta política permite que chicos de todo el país accedan a los mismos bienes culturales.
Como novedad, el Operativo Nacional de Distribución de Textos Escolares 2013 incluirá "Colecciones de Aula“ para el primer ciclo del nivel primario e inicial, de la cual han participado alrededor de 50 editoriales, muchas de ellas pequeñas y medianas empresas nacionales especializadas en literatura infantil y juvenil (LIJ).
Los ejemplares pertenecen a más de 960 autores de todo el mundo entre clásicos y contemporáneos, 666 de los cuales son argentinos, a los que se suman 165 ilustradores; además de 76 escritores latinoamericanos, 175 europeos, 40 norteamericanos, 24 asiáticos, 1 africano y 2 australianos.
"La venta al sector público no sólo representa una venta excepcional sino un reconocimiento a la calidad de la obra y del autor, abriéndoles nuevas posibilidades en el mercado nacional y latinoamericano.", destacó el ministro.
Algunas de las obras que recibirán los establecimientos de nivel inicial son: Una trenza tan larga, de Elsa Bornemann; e Historia del dragón y la princesa, de Gustavo Roldán.
A las escuelas primarias llegarán: Guitarras, guitarritas y guitarrones, de Adela Basch; Cuentos con mi papá, de Mempo Giardinelli; Doña Disparate y Bambuco, de María Elena Walsh; Oliverio junta preguntas, de Silvia Shujer; y El pulpo está crudo, de Luis María Pescetti, entre otros ejemplares.
Y en la lista de títulos para las secundarias figuran: Lo raro empezó después, de Eduardo Sacheri; La máquina del tiempo, de Herbert G. Wells; Rompecabezas (Historieta) de Pablo De Santis; Planeta Miedo, de Ana María Shua; Las palabras andantes, de Eduardo Galeano; La caída de la casa Usher, de Edgar A. Poe; y El rock argentino en cien canciones (Antología).
En tanto, las colecciones para aula incluyen Romeo nunca está contento, de Hiroko Ohmori; Los traspié de Alicia Paf, de Gianni Rodari; El hombre que aprendió a ladrar y otros cuentos, de Mario Benedetti.
Para dimensionar esta distribución, el Ministerio de Educación precisó que se han requerido 6.500 toneladas de papel, 380.000 cajas, 13.000 empleados y 950 camiones.
Fuente: Télam