Lunes 8.11.2021
/Última actualización 9:49
La aparición del coronavirus trastocó las rutinas. De un día para el otro, madres y padres tuvieron que trabajar desde sus casas, y los niños, niñas y adolescentes debieron comenzar a estudiar en el mismo hogar. Para algunos resultó mejor, para otros fue difícil. Sin embargo, esta situación obligó a todos a reconsiderar la relación entre familias y escuela.
De acuerdo a una encuesta revelada en el segundo Encuentro Nacional de Familias por la Educación, 6 de cada 10 familias señalan que a partir de la pandemia se involucraron más con la educación de sus hijos e hijas. Asimismo, 8 de cada 10 familias valorarían más espacios de participación en las escuelas.
"Esperamos que esta vez nuestros gobernantes, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, dispongan todos los medios necesarios para que el cumplimiento de los 190 días de clase sea efectivo. En cada escuela, en cada grado, para cada asignatura y para cada estudiante", expresaron madres y padres en una declaración conjunta, elaborada a partir de los intercambios a lo largo de las cuatro jornadas del Encuentro.
El cumplimiento de los 190 días de clase en 2022, la importancia de la continuidad escolar, la transparencia en la publicación de los calendarios escolares, el acceso a la información pública y el reconocimiento de las voces de las familias en el debate educativo son algunos de los puntos de consenso.
Compromiso como salida de la crisis
La declaración elaborada convoca "a todos los padres y madres del país a adherir y a trabajar unidos por la mejora de la educación argentina y un mejor futuro para todos los chicos".
Las familias participantes reconocen que, a partir de la irrupción de la pandemia, son muchos los que asumieron un nuevo compromiso con la educación: "Esta experiencia, así como el rol que como familias asumimos en el debate público, nos hizo tomar una conciencia más profunda de los desafíos estructurales que hace años afronta la educación argentina y de nuestra responsabilidad para participar en una transformación".
En la declaración, las familias expresan su reconocimiento al trabajo de los docentes para sostener la continuidad pedagógica durante la pandemia y se comprometen a seguir acompañando la labor de la comunidad educativa: "Como sociedad tenemos que aprovechar este momento como una oportunidad única para potenciar una nueva alianza entre las escuelas y las familias".
A la vez, exigen "un compromiso real en todos los niveles de gobierno" para afrontar la crisis de la educación argentina. Y solicitan la creación de ámbitos institucionales en los que las familias puedan canalizar su participación, tanto al nivel de la escuela como de los distintos niveles de gobierno.
En ese sentido, piden que su voz sea escuchada para contribuir a la definición de políticas públicas y advierten que, aunque en el último tiempo han adquirido protagonismo en el debate público, su voz "no siempre es suficientemente bienvenida en los ámbitos oficiales de decisión".
Que se cumpla el calendario del '22
Además de ratificar su compromiso, las familias reunidas en el Encuentro subrayaron el valor de la continuidad escolar: "En un país que atraviesa una crisis educativa tan profunda, cada día de clase, cada hora de clase, es un tesoro que debemos preservar".
En ese sentido, la declaración solicita que se cumplan los 190 días de clase en 2022, según lo anunciado por el Consejo Federal de Educación. Y solicitaron que para ello los gobiernos publiquen sus calendarios escolares, detallando las fechas de inicio y finalización del ciclo lectivo, identificando claramente los feriados y el receso de invierno, así como las jornadas de capacitación docente, que "necesarias como son, deben ser bien planificadas para no comprometer días de clase".
Por último, advirtieron también sobre los problemas edilicios en las escuelas, las fallas en servicios como gas, agua o electricidad, la mala coordinación de las licencias y reemplazos, los paros de personal docente y no docente como factores que dificultan el cumplimiento de los calendarios: "los alumnos de mayor vulnerabilidad socioeconómica son quienes más sufren estas interrupciones", indicaron.