Desde agosto y durante tres meses, se dictó la Diplomatura en Pastoral Educativa. Se trató de una propuesta de capacitación virtual que llevaron a cabo la Universidad Católica de Santa Fe y la Junta Arquidiocesana de Educación (JAE). Los organizadores manifestaron su satisfacción y alegría por la respuesta que tuvo la convocatoria: hubo 200 interesados que se inscribieron y quedaron 90 en lista de espera para un próximo llamado.
El Coordinador de la propuesta, Lic. Emiliano Fallilone, destacó que "fue una experiencia enriquecedora y desafiante. Hemos recorrido y construido comunitariamente una trama de experiencias, saberes y reflexiones, que lejos de dar respuestas acabadas a muchos interrogantes, han abierto nuevos caminos".
La experiencia fue totalmente virtual y significó todo un desafío en estos momentos de pandemia. Los educadores fueron de las provincias de Santa Fe, Formosa, Chaco, Buenos Aires y Córdoba; y los participantes también se sumaron de distintos puntos del país como Misiones, Salta, Neuquén, Córdoba, Buenos Aires y Corrientes; y de diferentes lugares del territorio santafesino.
Tenés que leerLa devoción santafesina a la Virgen de Guadalupe en dibujos para niñosEsta propuesta surgió como respuesta a la demanda de formación específica para agentes pastorales que desarrollan sus actividades en instituciones educativas. Tuvo como fin brindar un espacio de formación, reflexión y cualificación de la praxis pastoral. Y los organizadores consideraron que no sea excluyente "por que la formación en pastoral educativa debe ser abierta a todos los que se sientan invitados, sin distinciones, poniendo el acento en la cultura del encuentro, del diálogo y de la amistad social, a los fines de tejer redes comunitarias, inter institucionales, interreligiosas y multiculturales".
El Vicario Episcopal para la Educación de la Arquidócesis de Santa Fe, P. Andrés Rodríguez destacó la repercusión que tuvo esta especialización y anticipó que durante 2022 se repetirá la experiencia. "No solo participaron personas de las diócesis santafesinas sino también de otras del país y eso es enriquecedor porque permite el contacto con otros docentes, evangelizadores de otras sedes con otras miradas, con realidades en partes similares y en otras iguales; y en eso la virtualidad fue muy beneficiosa", manifiesta.
Ante la demanda y la gran cantidad de inscriptos, Rodríguez dijo que "fue una sorpresa porque se anotaron muchos y eso habla de la necesidad de espacios de formación específicos en pastoral educativa" y luego agregó: "En este camino lo importante es compartir y caminar juntos. A comienzos del próximo año se anunciará el segundo encuentro. Lo lindo de esto es que los que ya lo hicieron están entusiasmando a otros".
Tenés que leerCosiendo oportunidades: capacitación para internas de la cárcel de mujeresEl equipo organizador se encuentra muy optimista respecto a la recepción y el relanzamiento de la propuesta. "Desde la UCSF y la JAE estamos convencidos que la propuesta resulta significativa, por lo cual haremos una evaluación de la primera cohorte, propondremos algunos ajustes y anunciaremos la apertura de nueva edición el año entrante. Intentaremos profundizar algunos elementos, sobre todo a la luz del sínodo propuesto por Francisco, que mucho tiene para decirle a la pastoral educativa", manifiesta Fallilone.
En el recorrido del dictado de esta diplomatura se buscó ofrecer un marco reflexivo para la propia praxis y una caja de herramientas para resignificar la pastoral en lo cotidiano. Apuntó a una mirada sistémica y compleja que abarca todos los niveles, incluyendo el universitario. Tuvo muchos contenidos teóricos, pero siempre orientados a la pastoral, a la práctica. "El proyecto final está pensado hacia una intervención pastoral para una escuela concreta", destaca Rodríguez.
Y agrega: "Los proyectos de reflexión que se fueron presentado a lo largo del camino se puedan concretar, esa es la meta: que los que se formaron en la diplomatura tengan más herramientas para intervenir de un modo significativo en su realidad concreta para que se haga realidad ese sueño de educar evangelizando, de promover el desarrollo humano por la educación desde una mirada evangélica".
Aún así, sostiene que "aún hay mucho para caminar". Y por eso esta primera especialización abre una puerta, "es decir que la diplomatura no termina en las aulas virtuales sino que da frutos en la medida que se van animando a probar, a mirar de una manera distinta la realidad y siempre con la certeza interior de que no estamos solos sino que vamos obrando con la acción del espíritu", destaca.
Finalmente, desde la coordinación, Fallino sintetizó: "La propuesta no hubiese sido posible sin el acompañamiento de la JAE y el apoyo incondicional de la UCSF que nos permitió el soporte digital, la certificación y la cualificación de lo que era en principio un simple curso formativo. También precisan un reconocimiento especial los tutores técnicos y académicos que acompañaron la cursada, y el Dr. Iván Ariel Fresia, quien asumió la dirección honoraria de la Diplomatura. Ha sido un arduo trabajo en equipo, que sin dudas dio más frutos que los esperados, pero como diría el obispo mártir Mons. Angelelli, ¡hay que seguir andando nomás!".