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Combinando arte, funcionalidad y buen gusto, 23 estudiantes de la Universidad Católica de Santa Fe llegaron a las semifinales de una prestigiosa competencia internacional en fabricación de piezas de vidrio para uso alimentario.
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Walter Gropius jamás se imaginó que, luego de cien años, su legado continuaría vigente en el espíritu de un puñado de jóvenes argentinos, de la provincia de Santa Fe. Este arquitecto alemán revolucionó el siglo XX con la BauHaus, una escuela de diseño y construcción que transformó la manera de combinar arte y funcionalidad de los objetos de la vida cotidiana. Hoy, a más de once mil kilómetros de distancia, estudiantes de la Universidad Católica de Santa Fe le rinden homenaje participando en una prestigiosa competencia mundial: el Bruni Glass Design Awards.
El concurso bienal, de 22 años de trayectoria, invita a la creación de envases de vidrio para uso alimentario. De la primera instancia participaron 30 alumnos de la carrera de Diseño Industrial de la UCSF, entre las sedes de Santa Fe y Rosario. Entre todos, produjeron un estimado de 1.200 diseños. Ahora son 23 los que se encuentran en las semifinales.
El docente y director de la carrera, Gonzalo Savogin, detalló que fueron felicitados por la inmensa cantidad y calidad en los trabajos presentados. “Desde la empresa tuvimos destacados elogios ante el entusiasmo y el amor por la profesión que demostraron los alumnos. Estamos todos muy contentos”, agregó el docente con profundo orgullo de sus estudiantes: “El mérito es entero de ellos”, celebró.
Trabajo y logros
La UCSF participó por primera vez en 2017. Ya en esa oportunidad consiguió un puesto en la final por medio del estudiante Sergio Lira. Además, tuvo el gran logro de ser la primera Universidad no europea en competir. Es que de la competencia sólo participan 6 universidades: Fachochshule Münster y Kunsthochshule Berlin, de Alemania; el Politécnico di Milano, de Italia; el IED, de Madrid, España; la universidad IUT Reims, de Francia; y -recientemente- la Universidad Católica de Santa Fe, de Argentina.
En 2019, consiguieron afianzar su presencia por medio de los 23 estudiantes en semifinales, con más de 200 diseños seleccionados.
La próxima etapa requerirá el desarrollo a nivel técnico del producto y aquellos que la superen serán elegidos finalistas del concurso.
Sobre las exigencias del mismo, el docente explicó que “el trabajo que llevan a cabo los alumnos es muy intenso. Deben realizar una investigación de lo que ya existe y aprender las particularidades del proceso de manipulación del vidrio”.
Como si fuera poco, los estudiantes deben tener en cuenta cuál es el perfil de la empresa y qué es lo que está buscando. “Bruni Glass nos proporciona una gran cantidad de información, material audiovisual, libros y catálogos”, comentó Savogin y agregó que todo este cúmulo de conocimientos son cedidos a la Universidad, quedando disponible para su uso en la biblioteca de la Universidad.
Testimonios
Ana Salva y Bruno Miskov son dos de los 23 semifinalistas. Entre instrumentos y maquinarias, sentados en un banco del taller -el corazón de la carrera- comentaron qué les produce este lazo que los une de forma estrecha con uno de los lugares icónicos del diseño a nivel mundial, Milán.
“Si hay una referencia en el diseño, está en Italia”, inició Ana con la charla. Inmediatamente, agregó que es eso mismo lo que la hace estar “súper contenta y entusiasmada de participar, pero también con algunos nervios”.
“Estamos reagradecidos con los profesores. Nos apoyaron en todos los momentos, ya sea para aprender a usar algún software o cuando les pedimos días extra para entregar trabajos prácticos y priorizar esta oportunidad”, dijo mientras su mirada apunta a Savogin.
Por su lado, Bruno detalló lo oportuno del momento teniendo en cuenta el tramo final de la carrera. “Queremos aprovechar todo lo que podamos. Estamos con todas las pilas, combinando el estudio y este concurso de tanta importancia. Son herramientas valiosas para cuando nos graduemos”, comentó. Más allá de sus esfuerzos, los jóvenes no dejan de valorar los apoyos recibidos por parte de sus seres queridos.
“Desde que les conté, mis amigos y familiares me estimulan todo el tiempo. Mi mamá me whatsappea cada vez que ve un diseño”, menciona entre risas y un poco de vergüenza.
Bruno, un poco más serio, agregó: “Personalmente es un sueño cumplido, pero también lo es para mi familia. Ellos me apoyan desde que comencé a estudiar, ven las horas que le dedico a lo que me gusta, y me lo trasmiten en todo momento con palabras de aliento”.
El concurso
La empresa está radicada en Milán, Italia, y es una de las más importantes a nivel mundial en cuanto a la realización de proyectos de alto diseño en envases de vidrio.
Para competir, los alumnos tienen que diseñar productos para sus cuatro líneas: Vinos, Bebidas blancas o espirituosas, Gourmet (vinagres y aceites) y Fragancias del hogar.
Durante los meses que dura el concurso, los proyectos se debaten y se modifican hasta llegar al modelo definitivo.
Por su extensión, de casi dos años, la competencia está dividida en tres etapas, según explicó Savogin:
“El comienzo se da con el planteo general del proyecto. Una vez cumplida esa etapa, realizamos un workshop con un diseñador de la empresa, que vino en octubre directamente de Italia y que resultó muy gratificante para los alumnos. Luego, le sigue el turno a la etapa del diseño conceptual, que es la período-creativo y de elaboración de propuestas, donde se realiza la selección de los semifinalistas.
Finalmente, la etapa del desarrollo a nivel técnico del producto, donde se afinan los detalles de cada producto, dejándolo listo para su presentación y fabricación”.
Quienes superen esta instancia serán anunciados como finalistas del concurso por Bruni Glass el día 15 de abril. De lograrlo, los estudiantes deberán viajar a Italia, para participar de la ceremonia del 28º Salón Simei, del 19 al 22 de noviembre de 2019, donde se anunciarán los ganadores y se procederá a la entrega de premios. Además, el director de la carrera comentó que este concurso tiene la particularidad de brindar una posibilidad doble a los estudiantes. “Por un lado, la oportunidad de posicionarse profesionalmente a nivel internacional. Por otro, poder contar con un ingreso económico durante un tiempo considerable”, ya que los estudiantes que sean finalistas se convierten en diseñadores de Bruni Glass SPA y sus productos pasan a formar parte del catálogo comercial de la empresa, recibiendo pagos mensuales por regalías producto de sus ventas durante 10 años.
La carrera
La carrera es joven, tiene sólo 6 años. Aún así, se las han ingeniado para establecerse en un concurso de alto nivel internacional.
“El trabajo es en conjunto. Trabajamos de forma intensa con varias empresas de la región, pero también con universidades del extranjero por medio del área de cooperación internacional. Nos da la posibilidad de hacernos un nombre dentro de la amplia oferta académica”, describió Savogin.
Por el momento, desde la Facultad (entre Rosario y Santa Fe) se han graduado no más de 20 profesionales. “El objetivo final que perseguimos es que los alumnos puedan terminar sus estudios con una salida laboral clara y una orientación sobre qué camino tomar en este amplio campo de trabajo”, concretó el docente.