Redacción El Litoral | area@ellitoral.com
Las imágenes fueron compartidas en Internet con el fin de sexualizar a las adolescentes. Buscan determinar cuántos son los involucrados y la participación de alumnos de otras escuelas. Duro revés para la comunidad educativa que pregona el abordaje del tema.
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El caso de un alumno de la Escuela Secundaria de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que creó un grupo en Internet para compartir fotos de sus compañeras de escuela y de otras sin su consentimiento se transformó en un escándalo del que todavía se desconoce su alcance. Las imágenes vistas por un número aún no determinado de adolescentes fueron volcadas desde el mes de enero a una carpeta compartida a través de Google Drive, un espacio de almacenamiento de información digital privado.
Luego, dichas fotografías —de las se hizo reserva sobre el tenor de su contenido— habrían sido compartidas con el único fin de sexualizarlas, a otros alumnos de distintas escuelas de la región, quienes además habrían sumado más imágenes al archivo común. Tras varios meses, el viernes pasado alumnas de la escuela secundaria de la UNL descubrieron la existencia del archivo y lo denunciaron a las autoridades. Entonces, los directivos elevaron un informe a Asuntos Jurídicos de la UNL para su investigación y, en paralelo, lo abordaron en el aula.
Mientras tanto, las alumnas de la institución educativa comenzaron a expresar su descontento. También se sumaron otros compañeros. Y todo derivó en una manifestación pública que se concretó el lunes en el interior de la escuela ubicada en calle 9 de Julio 1975. Aparecieron carteles en las paredes en repudio al caso y a los involucrados, con frases como “No soy tu objeto de consumo”.
Hecha pública la situación que trascendió el ámbito escolar, este martes por la mañana los directivos de la UNL decidieron brindar una conferencia de prensa en la que confirmaron el caso y anunciaron que se está investigando para determinar responsabilidades y evaluar posibles sanciones. Asuntos Jurídicos va a elaborar un sumario y, en caso de que sea necesario, el Tribunal Disciplinario determinará las sanciones y determinará si se elevará a la Justicia.
Asombro institucional
La directora de la escuela Secundaria de la UNL, Nora Ojeda, se mostró “asombrada” por el caso y dijo que es la primera vez que les ocurre una situación de este tipo, a la que calificó como “grave”. La autoridad se mostró cauta al decir que “hay que tener reserva” hasta tanto se determine cómo ocurrieron los hechos y quiénes son los responsables.
Ojeda describió que las alumnas están “bastante conmovidas” y anunció que comenzaron a “re trabajar cuestiones que tienen que ver con la temática de género y de violencia de género”.
Es que la escuela abordó desde sus comienzos (hace 5 años) dichas temáticas. “Abordamos transversalmente la educación sexual integral, tenemos talleres de identidad de género y hasta hemos participado de proyectos de extensión en los que se abordó el tema del uso de la imagen de la mujer en las redes”, ejemplificó.
“Esto es muy delicado porque son todos menores los implicados”
La directora de la escuela no pudo responder si se trata sólo de fotografías tomadas de las redes sociales o también otras capturadas con dispositivos por los involucrados. Y fue enfática al decir: “Desvinculemos a los profesores porque no tienen nada que ver”.
Todos menores
“Esto es muy delicado porque son todos menores los implicados”, advirtió a su turno Héctor Odetti, director del Consejo de Enseñanza Preuniversitaria de la UNL, y agregó que hasta el momento “no se pudo determinar la cantidad de involucrados”.
Por otra parte, Odetti dijo que ya trabajan sobre el caso los equipos interdisciplinarios de la universidad “hacia el interior de la institución”. Cabe mencionar que la UNL cuenta con un programa de género que tiene más de una década.
“Los adultos debemos actuar con responsabilidad”, reflexionó Odetti. “Acá la Universidad se está haciendo cargo porque son sus alumnos, pero acá hay una responsabilidad social muy grande en la utilización de las redes sociales”, advirtió. “Éste es un fenómeno que nos atraviesa y el uso de las nuevas tecnologías es muy complejo. Entonces amerita la reflexión de lo que hacemos en las familias y con nuestros hijos”, finalizó.
Mientras la investigación avanza, las clases se siguen dictando con normalidad en la escuela Secundaria de la UNL.