La Universidad del Gran Rosario busca "hacer pata ancha" en la ciudad de Santa Fe. En alianza con Benuzzi, reforzará su propuesta educativa por medio de la construcción de un nuevo edificio en pleno centro de la capital provincial.
El Presidente de la Fundación del Gran Rosario, Ing. Javier Macchi, estuvo en la ciudad participando del acto de egreso de una nueva camada de kinesiólogos formados en la UGR y presentando la ambiciosa propuesta de ampliación institucional en la capital provincial.
La Universidad del Gran Rosario busca "hacer pata ancha" en la ciudad de Santa Fe. En alianza con Benuzzi, reforzará su propuesta educativa por medio de la construcción de un nuevo edificio en pleno centro de la capital provincial.
Con presencia desde el 2010, la expansión de la UGR en nuestra ciudad ha ido en ascenso. Ahora, dará un paso más en la consolidación de altos estudios. Además de la renovación de su sede, la propuesta contempla un gimnasio, una zona de rehabilitación y actividades comerciales.
El ambicioso proyecto fue presentado por el Ingeniero Javier Macchi, actual Presidente de la Fundación del Gran Rosario y Rector Emérito de la institución superior, este lunes en el Museo de la Constitución, donde encabezó el acto de egreso de una nueva camada de licenciados en Kinesiología y Fisiatría.
Tras la ceremonia, cedió unos momentos a El Litoral, para dialogar sobre la propuesta y la actualidad de la educación superior.
-¿Cuáles son los planes para el nuevo edificio?
-Partimos de un cambio en la lógica universitaria. La pandemia nos cambió a todos y al sistema de educación superior aún más. Aprendimos que hay otra forma de enseñar y que, además, es necesaria para los jóvenes de esta generación que son más inquietos. Hoy, resulta muy difícil que los chicos estén seis u ocho horas adentro de un aula, sentados, escuchando a un profesor. Por lo tanto, necesitamos universidades que prioricen más la autogestión del estudiante. Esto significa seguir proporcionando las herramientas y el lugar, pero con distintos momentos para el proceso de aprendizaje, en el que el rol docente sea guiarlo, acompañarlo, despejar dudas y plantearlas cuando sea necesario para que el propio alumno problematice el conocimiento.
En la transformación de la construcción tradicional de la universidad es donde ingresa también la tecnología y las clases virtuales. Pero la virtualidad no puede ser sin presencialidad. Quedó demostrado la necesidad de tener instancias de tutorías y prácticas.
De esta manera, lo que se plantea es que los edificios dejan de ser un aulario para pasar a ser un lugar de encuentro, de consulta, con bibliotecas y como espacio de socialización.
En ese marco es que vamos a analizar la factibilidad de trasladar a esta nueva sede las propuestas que posee nuestra Universidad del Gran Rosario.
-Santa Fe cuenta con una amplia oferta universitaria. ¿Cómo es la convivencia entre las instituciones públicas y privadas en cuando a la demanda y en términos académicos?
-Las universidades nunca son pocas. La ciudad de Santa Fe cuenta con una institución extraordinaria como lo es la Universidad Nacional del Litoral, con un montón de características que la hacen admirable, como el nivel de investigación y el grado de internacionalización. Lo mismo con la Universidad Católica de Santa Fe, con quien tenemos una excelente relación.
De nuestra parte, tratamos de respetar los nichos. A Santa Fe llegamos con la propuesta de Kinesiología y Fisiatría que no estaba. Tenemos otras carreras muy fuertes en las demás sedes, como Terapia Ocupacional o Psicopedagogía, pero que no las trajimos porque aquí ya están esas ofertas. Por eso, ahora buscaremos complementar las propuestas con otra modalidad.
-Desde su llegada en 2010, la UGR se ha insertado de muy buena forma en Santa Fe. ¿Qué sello le ha dejado la Universidad del Gran Rosario a la capital de la provincia?
-En primer lugar, tenemos un problema histórico, porque si la Universidad del Gran Rosario se llamara Universidad del Gran Santa Fe recibiríamos un poco más de cariño.
Pero fuera de la broma, que hayamos podido insertarnos de esta forma se debe a cómo hacemos las cosas. Creo que el legado más grande es el compromiso que nuestros egresados asumen con la comunidad, ofreciendo sus servicios a las distintas instituciones de la ciudad, en las entidades de gobierno municipal y provincial, en los cetros de salud, acompañando las actividades culturales y deportivas.
-En vistas del nuevo proyecto, ¿Cómo se renueva el compromiso?
-No se renueva, sino que se refuerza. Diciendo que no estamos de paso. Venimos a quedarnos y ser parte de la ciudad de Santa Fe. Apostamos a desarrollar este modelo que nació en Rosario pero que creció en Santa Fe con su propia fuerza.
Aquí tenemos una comunidad formada. En el inicio de nuestras actividades, casi la totalidad del plantel docente era de Rosario. Hoy, tenemos el orgullo de decir que el 90% de los profesores es de la misma ciudad de Santa Fe.
Por eso, decimos claramente que nuestro objetivo sigue siendo la consolidación de un proyecto educativo de los santafesinos para los santafesinos.
-¿Cómo analiza el panorama educativo universitario actual? ¿Los jóvenes llegan al nivel superior con los conocimientos y las capacidades requeridas?
-Se habla mucho de este aspecto. Especialmente, después de la pandemia, donde todos los niveles tuvieron que trabajar también en la virtualidad. Pero, a diferencia de la formación superior, el secundario y el primario no estaban para nada preparados para esta modalidad.
Más allá de este aspecto, vuelvo sobre el cambio generacional. En los jóvenes de hoy es muy importante la motivación. No es una cuestión de cargar culpas a los distintos niveles, sino de generar las condiciones para mejorar las condiciones de los jóvenes.
El nivel de conocimiento que tienen los chicos cuando llegan a la universidad no siempre es bueno. Pero el problema es cómo se para la universidad ante esto. Por eso, necesitamos incorporar esta nueva concepción de la motivación. No creo que la solución sea poner un límite de conocimientos necesarios para ingresar y si no se tienen, quedan afuera. Por el contrario, creo que si los jóvenes se dan cuenta que le faltan herramientas van a ser ellos mismos los que se propongan conseguirlas.
-¿Cómo encara la UGR este cambio de concepción?
-Trabajamos todos los días en ese camino. Incluso, es algo que abordamos de forma integral. En nuestro proyecto educativo de Rosario, contamos con jardín de infantes, primaria, secundaria y universidad.
El marco de esta educación está planteado en una enseñanza por proyectos. Sabemos que es un desafío, porque debemos también trabajar bajo las normas educativas de la provincia, que son más rígidas y estructuradas que las políticas de educación superior. No obstante eso, nuestro objetivo es seguir en esta senda de formar a las personas en el desarrollo de habilidades, respeto de la naturaleza, convivencia social y educación en valores.
Esta es la propuesta que hemos presentado también al grupo Benuzzi. Ellos vieron cómo se trabaja allí y les impactó esta forma de hacer las cosas. Y creo que estamos en condiciones de poder llevar adelante este proyecto en la ciudad de Santa Fe.